"La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía..."
Simón Bolívar, Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819
Simón Bolívar, Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819
"Simón Bolívar es el canalla más cobarde, brutal y miserable"
Karl Marx, carta a Federico Engels, 14 de febrero de 1858
"Huid de un país donde uno solo ejerce todos los poderes:
es un país de esclavos"
Simón Bolívar
Y el muerto terminó muriendo. Su veneno lo inocularon indudables agentes del imperialismo. No podía esperarse menos, el chiste fácil, nervioso, de Maduro, imputándoles el crimen del Comandante a oscuros personeros de la perversa política exterior norteamericana, los mismos que aventaron desde Miami, de dónde sino, la teoría de la mala praxis de los médicos cubanos, descrita con lujo de detalles, fría y precisa, como un escalpelo, por un médico venezolano sin pelos en la lengua. Copio dos respuestas del Dr. José Rafael Marquina, en reportaje telefónico, al diario El Nacional de Caracas, cada cual, saque sus conclusiones, el reportaje es extenso, se puede consultar en el link adjunto.
—¿Qué implicaciones tiene que Chávez no haya superado la insuficiencia respiratoria, como lo informó el Gobierno oficialmente el jueves pasado en la noche?
—Implica que no es un proceso infeccioso, como habían informado, porque en ese caso ya hubiese sido superado. Se trata de una progresión de la enfermedad. El cáncer le ha invadido el drenaje linfático, lo que hace que tenga acumulación de fluido pleural y problemas con el intercambio de gases. En Cuba le estaban drenando fluido pleural. Es mal pronóstico. El pulmón es un órgano muy noble, pero delicado. Tiene que estar muy afectado para que se produzca una insuficiencia respiratoria. Lo más grave para cualquier paciente es tener falta de oxígeno en reposo. Ese es el problema de Chávez, le falta de oxígeno en reposo.
—¿Cuáles son las razones de su especial interés en conocer y divulgar detalles sobre el estado de salud del presidente Chávez?
—Mucha gente dentro del chavismo me confirmó las informaciones que comencé a divulgar y me estimuló para que siguiera haciéndolo. La preocupación aumentó cuando se supo que no se trataba de un cáncer de colon, como inicialmente diagnosticaron los médicos cubanos, sino de un rabdomiosarcoma en el músculo de psoas (localizado lateralmente a la región lumbar de la columna vertebral y la cavidad pélvica).
http://www.el-nacional.com/politica/Cuba-equivocaron-diagnostico-tratamiento-Chavez_0_142187946.html (pinte con el cursor el link y luego haga click con la tecla derecha del mouse, accederá al link en directo).
Es más, la Ministra de Seguridad de la Argentina , la República de Barataria, lo dijo con menos letras, pero lo dijo, tendió un manto de sospechas sobre la enfermedad de los mandatarios bolivarianos, víctimas de una conspiración indudable. No especuló, desde ya, con el factor común del contagio, a develar, cual es algún raro virus oriundo de la isla del Caribe. Algún que otro medio, francamente imperialista, no se calló la boca y concluyó que Chávez había muerto en La Habana , sus hijas habían ordenado se le desconectara la respiración mecánica, pero que la muerte cerebral del bolivariano había ocurrido meses antes, a fin del 2012.
Y no le estaban errando. El cadáver de este golpista irredento, había sido secuestrado por los Castro en beneficio propio. Su valor, nada menos, 7000 millones de dólares anuales en petróleo, fundamentales para que el mito de la revolución cubana siga funcionando. No lo iban a entregar a cambio de nada. En las mazmorras chavistas, engrillado, respirando con esfuerzo en un sótano maloliente, el General Isaías Baduel, comando paracaidista que había liberado a Chàvez durante el intento de golpe del año 2002, en el que como comando civil golpista participara Enrique Capriles Radonski, habrá sonreído con tristeza, juntos habían fundado el movimiento bolivariano revolucionario veinte años antes.
Lo cierto es que en sus inicios, Hugo Chávez fue un militar nacionalista, de hecho, en los 90, relacionado al movimiento carapintada de Mohamed Alí Seineldín. Nunca dejó de reivindicar en público la Gesta de Malvinas, en esto era consecuente. Con el tiempo, fue virando hacia Cuba. Esto, un ex compañero de ruta, troskista, del MAS venezolano, luego gran detractor del bolivariano, lo asoció sin vueltas a ningún tipo de simpatía ideológica, como Guevara, Chávez nunca leyó la obra de Marx, mucho menos podía entender o defender sus postulados, todo en él era un refrito pachanguero; le sobraban miles de millones de dólares como para que se le disculparan sus burradas semánticas, conceptuales, por muchos festejadas, como que él era también troskista porque la revolución es "permanente", una idiotez supina, por donde se la mire. Según el profesor Núñez, la simpatía con Fidel pasaba única y exclusivamente por la admiración ante la capacidad de perpetuarse en el poder medio siglo. Tal vez, la afinidad con el béisbol, su deporte favorito y el de los cubanos, sí, es chiste, es el de los norteamericanos por definición, hacía el resto.
Lo cierto es que en sus inicios, Hugo Chávez fue un militar nacionalista, de hecho, en los 90, relacionado al movimiento carapintada de Mohamed Alí Seineldín. Nunca dejó de reivindicar en público la Gesta de Malvinas, en esto era consecuente. Con el tiempo, fue virando hacia Cuba. Esto, un ex compañero de ruta, troskista, del MAS venezolano, luego gran detractor del bolivariano, lo asoció sin vueltas a ningún tipo de simpatía ideológica, como Guevara, Chávez nunca leyó la obra de Marx, mucho menos podía entender o defender sus postulados, todo en él era un refrito pachanguero; le sobraban miles de millones de dólares como para que se le disculparan sus burradas semánticas, conceptuales, por muchos festejadas, como que él era también troskista porque la revolución es "permanente", una idiotez supina, por donde se la mire. Según el profesor Núñez, la simpatía con Fidel pasaba única y exclusivamente por la admiración ante la capacidad de perpetuarse en el poder medio siglo. Tal vez, la afinidad con el béisbol, su deporte favorito y el de los cubanos, sí, es chiste, es el de los norteamericanos por definición, hacía el resto.
Para el caso, mucha peor suerte había corrido Camilo Cienfuegos, comandante revolucionario, católico, quien le había cuestionado entonces en La Habana , medio siglo antes, al bisoño Fidel, subvencionado entonces por la CIA para derrocar al dictador Fulgencio Batista, que ellos no habían combatido en las sierras para adherir al comunismo. El plan del Movimiento 26 de Julio, al mando de Frank País, también cristiano, era llamar a elecciones a la caída de Batista. Nunca sucedió tal cosa. Cienfuegos pagó entonces su osadía de cuestionar al tirano con su propia vida. Junto con la imagen del Che, otro expatriado por Castro, la figura de Camilo Cienfuegos decora la Plaza de la Revolución de La Habana , dando marco a la tiranía más exitosa de ambos siglos. 54 años en el poder, nada menos. Recomiendo a propósito el filme “Siete días en La Habana ”, una crítica tan sutil como impecable al castrismo, conmovedora; memorable la actuación de Kusturica ebrio, haciendo de sí mismo, invariablemente ebrio.
El Gral. Baduel, al renunciar al Ministerio de Defensa en julio de 2007, había denunciado primero la fragilidad de los postulados del Socialismo del Siglo XXI, “un castillo de arena”, sobre todo, apuntando al desconocimiento del marxismo que profesaba Chávez, sin pudor ni reparos, convencido como estaba que el verbo expropiar era la clave para desentrañar la teoría económica del inventor de la plusvalía, segundo, la injerencia de los agentes y militares cubanos en la conducción de la revolución bolivariana, lo cual se tornaba lisa y llanamente en la renuncia de su soberanía.
Esta “traición”, insoportable, justo en el momento en que el Comandante Chávez imponía a las Fuerza Armadas el juramento “Socialismo o Muerte”, al poco tiempo le acarreaba la persecución y la cárcel, acusado de conspiración y cohecho, nada menos. Esta segunda vez estuvo bien lejos el comando de paracaidistas para poder salvarlo. Quizás su sano consejo, lo hubiera alertado sobre la idoneidad de la medicina cubana, siendo como que están en la República de Barataria, en Argentina, los mejores oncólogos de América, no en La Habana. Sobre todo, lo habría salvaguardado de un papelón histórico, cual es el de pretender inculpar de su muerte a un “contagio” de cáncer deliberado, inoculado por esbirros de la CIA.
La crítica del Gral. Baduel al fracaso del chavismo, es diametral, lo acusa de haber dilapidado nada menos que 950 mil millones de dólares en renta petrolera, sin haber planteado una pauta de recambio cultural en los medios de producción del pueblo venezolano, esto muy a propósito, nada menos, que en cuatro años, sí, cuatro años, EEUU se autoabastece de petróleo gracias a los yacimientos de Nebraska y deja de comprar el crudo de la bahía de Maracaibo. Para el desinformado, los norteamericanos son el principal comprador del petróleo de Venezuela. El Estado populista, basado en el falso paradigma de la “distribución de la riqueza”, de desploma en breve; Baduel cita entonces a un ilustre intelectual venezolano, Arturo Uslar Pietri, quien en 1936, nada menos, proponía la “siembra del petróleo”, como una forma de canalizar los recursos de la renta petrolera en la diversificación de la economía venezolana. Chàvez dilapidó casi un billón de dólares y quince años de ejercicio del poder absoluto sin hacerlo. www.raulbaduel.blogspot.com
Se fue a la tumba sin siquiera haber planteado tal hipótesis. Tal su rotundo fracaso. Invertir en educación técnica, terciaria, de alta capacitación, para proponer nuevas fuerzas de productividad, algo que cualquier hombre de Estado, más menos sensato, hubiera hecho, no estuvo a su alcance. Su falaz convicción de un marxismo aprendido a los palotes, uno al lado del otro, en el pescante de un tranvía, edición mal traducida y subrayada en el único verbo a su alcance, expropiar, le impidió una mirada profunda. Deliraba, eso sí, como todo autócrata y autodidacta, con los desarrollos de tecnología de punta en maquinarias de autodefensa. Sí, Chávez estaba orgulloso de que sus educandos militares se atrevieran a dibujar drones bolivarianos en las academias militares aeroespaciales. Nunca se sabría a quién llegarían a exportarlos. Ni para qué, ni contra quién pelearían, llegado el caso, en ese perpetuo combate que planteaba en cada aparición pública, como un boxeador amateur haciendo sombras. Seguramente Fidel le ayudaría, como en todo, a resolver semejante acertijo.
La santa magia del sable de Bolívar, en sus enmugrecidas y transpiradas manos, eran a su entender, como en la leyenda del Rey Arturo y la espada del destino, Excalibur, el subterfugio perfecto para apurar el paso cuando el mar de la duda lo acechara con el barullo del amasijo de sus ditirambos. Y sí, Chàvez, abusando de la paciencia del mundo mínimamente pensante, les había avisado a los obispos de la Iglesia Católica de la conveniencia de leer a Karl Marx, caramba, para entender algo del mensaje de Cristo, a propósito de la justicia social. Uno entonces reía. No se lo podía tomar en serio.
El problema es que una banda de sátrapas, de mal vivientes de la política, estaban dispuestos a copiar sus recetas con biromes sin tinta en rollos de papel de cocina. Si era un genio, si arrastraba multitudes, si venía con las alforjas desbordadas de miles de millones de dólares. Sí, también, era megalómano, cantaba mal, tenía la rodillas hinchadas por fornicario, traidor avieso, qué más daba, nadie es perfecto. Llegar a comparar a Néstor Kichner, un cleptómano formidable, con el más grande, el Libertador de América, no era moco de pavo. Chàvez no le hacía asco a nada, si de urdir redes para soliviantar su ego con una revolución imaginaria se trataba.
Aclaro, para que no quepan dudas, que mi crítica no se regodea con la habitual cantinela de los operadores periodísticos y políticos del neoliberalismo, el sionismo, la decadente parafernalia capitalista. Antes de que Chávez supiera gatear una tenía antecedentes políticos revolucionarios, ya militábamos por la causa de la Patria Grande americana y de Palestina libre. Cuando Hugo Chávez Frías soñaba con jugar al béisbol en las grandes ligas de USA. El reproche es el mismo que se le hace al peronismo. Disponen de todo para hacer una revolución y sacar a sus pueblos de la pobreza y el atraso y terminan dilapidando una fortuna en una aventura política egocéntrica, autoritaria, fascista.
La muerte, que todo lo cura, todo lo calma, le ha alcanzado. A él, justamente, que pálido de pánico gritaba en un acto religioso hace pocos meses, "Dios mío, todavía no me lleves". Y no, no lo escuchó el Dios altísimo, seguramente estaría distraído leyendo a Karl Marx, ese judío alemán inventor de una religión sin trascendencia, mesiánica, panteísta, trauma inherente a todo intelectual judío que se precie, a propósito de cómo y cuándo debe un Dios misericordioso ser más justo.
Para estas horas, pasados dos días de la comunicación oficial de su muerte, las versiones surgidas desde dentro del chavismo, siguen siendo contradictorias, sumando más y más dudas. Por un lado, se afirma que fue decisión de Maduro y Cabello el desconectar la respiración mecánica, contra lo cual el jefe de su custodia declara que pedía no lo dejaran morir y que había sido un "infarto fulminante" la causa de su deceso. A esto, se suma la negativa de dejar fotografiar su cuerpo, no hay una sola foto oficial al respecto, lo cual genera aún más suspicacias. La decisión de embalsamarlo, otra orden de los Castro, para exhibirlo en un mausoleo que hace meses se construye y no está terminado, sigue hablando mucho y mal del caos y la burocracia que impone la invasión castrista en Venezuela. En Buenos Aires, el colectivo Marea Popular, expresión aggiornada y bolivariana del PC, comienza a hacer playa, financiado (mucho dinero) y promovido desde el eje Caracas, La Habana, tal su dirección política, históricamente foránea, siempre, funcionales al imperialismo. Será cuestión de estar atentos.
Copio a continuación un texto poético muy bello de Chávez. Expresa su último deseo, ser enterrado en el patio de la casa de su abuela, en donde había nacido. Su muerte fue anunciada el mismo día que la de Josef Stalin, feroz dictador de la URSS, un homenaje por elevación de los Castro, desesperados por el petróleo, de quien fuere. Su último deseo, ignorado. Tanto amor, tanta devoción, tanto culto a la personalidad, para que la historia termine con su cuerpo expropiado, exhibido en una vitrina como una reliquia, sin cristiana sepultura. Al tiempo, el trámite del embalsamamiento, impedirá seriamente cualquier pericia científica para corroborar las denuncias sobre envenenamiento, agitadas por los esbirros de los Castro para tapar la mala praxis de sus médicos de cabecera. Se lo devoró ese surrealista Socialismo del Siglo XXI, con relojes de arena, tan pero tan aferrado a fotos antiguas, descoloridas. El texto (Cuentos del Arañero, 2012), de todas formas, vale, es muy bello. Nobleza obliga.
La muerte, que todo lo cura, todo lo calma, le ha alcanzado. A él, justamente, que pálido de pánico gritaba en un acto religioso hace pocos meses, "Dios mío, todavía no me lleves". Y no, no lo escuchó el Dios altísimo, seguramente estaría distraído leyendo a Karl Marx, ese judío alemán inventor de una religión sin trascendencia, mesiánica, panteísta, trauma inherente a todo intelectual judío que se precie, a propósito de cómo y cuándo debe un Dios misericordioso ser más justo.
Para estas horas, pasados dos días de la comunicación oficial de su muerte, las versiones surgidas desde dentro del chavismo, siguen siendo contradictorias, sumando más y más dudas. Por un lado, se afirma que fue decisión de Maduro y Cabello el desconectar la respiración mecánica, contra lo cual el jefe de su custodia declara que pedía no lo dejaran morir y que había sido un "infarto fulminante" la causa de su deceso. A esto, se suma la negativa de dejar fotografiar su cuerpo, no hay una sola foto oficial al respecto, lo cual genera aún más suspicacias. La decisión de embalsamarlo, otra orden de los Castro, para exhibirlo en un mausoleo que hace meses se construye y no está terminado, sigue hablando mucho y mal del caos y la burocracia que impone la invasión castrista en Venezuela. En Buenos Aires, el colectivo Marea Popular, expresión aggiornada y bolivariana del PC, comienza a hacer playa, financiado (mucho dinero) y promovido desde el eje Caracas, La Habana, tal su dirección política, históricamente foránea, siempre, funcionales al imperialismo. Será cuestión de estar atentos.
Copio a continuación un texto poético muy bello de Chávez. Expresa su último deseo, ser enterrado en el patio de la casa de su abuela, en donde había nacido. Su muerte fue anunciada el mismo día que la de Josef Stalin, feroz dictador de la URSS, un homenaje por elevación de los Castro, desesperados por el petróleo, de quien fuere. Su último deseo, ignorado. Tanto amor, tanta devoción, tanto culto a la personalidad, para que la historia termine con su cuerpo expropiado, exhibido en una vitrina como una reliquia, sin cristiana sepultura. Al tiempo, el trámite del embalsamamiento, impedirá seriamente cualquier pericia científica para corroborar las denuncias sobre envenenamiento, agitadas por los esbirros de los Castro para tapar la mala praxis de sus médicos de cabecera. Se lo devoró ese surrealista Socialismo del Siglo XXI, con relojes de arena, tan pero tan aferrado a fotos antiguas, descoloridas. El texto (Cuentos del Arañero, 2012), de todas formas, vale, es muy bello. Nobleza obliga.
“Yo nací en la casa de esa vieja, de Rosa Inés Chávez. Era una casa de palma, de piso de tierra, pared de tierra, de alerones, de muchos pájaros que andaban volando por todas partes, unas palomas blancas. Era un patio de muchos árboles: de ciruelos, mandarina, mangos, de naranjos, de aguacate, toronjas, de semerucos, de rosales, de maizales. Ahí aprendí a sembrar maíz, a luchar contra las plagas que dañaban el maíz, a moler el maíz para hacer las cachapas”, cuenta uno de los párrafos describiendo la casa de su abuela.
“De ahí salía con mi carretilla llena de lechosa y de naranjas a venderlas en la barquillería. Así se llamaba la heladería, y me daban de ñapa una barquilla. Era mi premio y una locha para comprar qué sé yo qué cosas. Bueno, de ahí vengo. Cuando yo muera quiero que me lleven allá, a ese pueblo que es Sabaneta de Barinas, y me conformaré con una cosa muy sencilla, como la abuela Rosa Inés”.