A mediados de enero de este año, el Presidente de Israel, Shimon Peres, reconocía públicamente que el asesinato del líder de la Autoridad Palestina , Yasser Arafat, muerto en noviembre de 2004, había sido obra del Mossad, servicio de inteligencia exterior israelí, operación de envenenamiento por talio, mineral cancerígeno, la orden fue dada entonces por Ariel Sharon, premier israelí. Tanto Shimon Peres ( Szymon Persky) como Ariel Sharon, (Ariel Scheinerman), iniciaron su carrera política militando en la organización terrorista sionista Haganá. Sharon hoy día permanece en estado vegetativo, luego de haber sufrido un derrame cerebral, versión oficial, o es ocultado en algún lugar de Israel, para no ser entregado a la Corte Penal Internacional, luego de ser juzgado y condenado por delitos de lesa humanidad, al ser encontrado responsable de las masacres de los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, en el sur del Líbano, en 1982.
La otra organización armada sionista, Irgun, es resposable de dos hechos salvajes y aberrantes, fundacionales de Israel, la voladura del Hotel Rey David, foto de portada, captada en el momento justo por un fotógrafo de la Irgun , demostración macabra de fuerza si la hay, 22 de julio de 1945; en el hotel se encontraba alojado el secretariado de la autoridad británica, Palestina era un protectorado británico, su policía criminal, era un depósito de documentación confidencial capturado a las organizaciones terroristas sionistas. Murieron 91 personas entonces, 17, judíos, uno de ellos, simpatizante de Irgun. Pero sin duda, el hecho terrorista más salvaje de esta organización armado, realizado en conjunto con otra organización armada sionista clandestina, Lehi, es la matanza de Deir Yassin, ocurrida entre el 9 y el 11 de abril de 1948. Hoy en esa locación, rebautizada como Kfar Malal, funciona un gigantesco psiquiátrico, tal la metáfora.
En ese brutal ataque armado a una aldea palestina habitada por 750 personas, son asesinados 120 hombres, ancianos, mujeres y niños, repito, blanco civil, gente desarmada, forzando los ocupantes a que sus cadáveres permanezcan insepultos durante días, no se le permite incluso el acceso a la Cruz Roja Internacional hasta que los cadáveres son putrefactos. Un mes más tarde, el 14 de mayo, era fundado oficialmente el Estado de Israel. La resolución de Naciones Unidas de entonces, ordenando la creación de dos estados, uno israelí y otro palestino, a la fecha no ha sido cumplida. Los padres fundadores de Estado de Israel, todos, ha sido militantes de estas organizaciones terroristas, tal su metodología política. Esta es la aristocracia militar que gobierna Israel desde hace más de 60 años. Su discurso nunca ha sido distinto. La brutalidad, la violencia.
El estigma del nazismo, desde entonces, los ha convertido de víctimas en victimarios. Todo el mundo libre, pensante, ha advertido esta mutación desde hace largo rato. Asimismo, cantidad de judíos opinan de idéntica forma. En Buenos Aires, en donde vive la cuarta colectividad judía del planeta, luego de la de los EEUU, Israel y Europa, en la década de los 90, eran mayoría los partidarios del Plan de Paz del líder laborista Yhitzak Rabin para la región, refrendado en los Acuerdos de Oslo, firmados entonces con el líder de la Autoridad Palestina , Yasser Arafat. Rabin era asesinado el 4 de noviembre de 1995 por Yigal Amir, un joven fundamentalista y nacionalista religioso, según el testimonio de su madre, manipulado por el Shin Bet, servicio de seguridad interior de Israel, para ser el brazo ejecutor de una orden impartida por la oligarquía político militar, que gobierna Israel desde siempre.
Para que el Plan de Paz fuera eficaz, Rabin proponía del desmantelamiento de la industria bélica israelí. Tal pretensión lo llevó a la tumba. Su tesitura, en Buenos Aires, ese periférico barrio de Tel Aviv, había disparado la brutal interna del sionismo, guerra de halcones contra halcones, provocaba primero la voladura de la Embajada de Israel y luego de la AMIA , bajo sus escombros, habían quedado sepultadas las pretensiones de paz de un importante sector progresista, izquierdista en su gran parte, no religiosos, ateos los más, ante una conspiración internacional de proporciones descomunales.
El poder político servil y genuflexo de entonces, década de las relaciones carnales, inaugurada con la firma de los Acuerdos de Paz de Madrid por Menem, Cavallo y Margaret Thatcher (1991), dio el aval para que tanto el Departamento de Estado de los EEUU como Israel, dieron nombre y apellido a los responsables de ambos atentados, hechos nunca corroborados en la causa por pruebas de ninguna índole. Así se amañaron falsos coches bombas, supuestos líderes de Hezbollah, de falsa identidad, cuentas en Suiza, inexistentes, libros de investigadores “independientes” soportando teorías disparatadas, pistas sirias a partir de los "serios indicios" de conversaciones más que privadas con Domingo Cavallo, Spinosa Melo, Mario Rotundo (triple sic), confesiones de traficantes de armas, versiones, pistas falsas siempre; mientras tanto, investigadores probos y documentados, que no iban con el discurso oficial de entonces, sufrían amenazas de muerte.
En lo personal, por la modesta incidencia de este blog y las opiniones de quien suscribe en debates de foros de medios abiertos, se me tildaba de antisemita, acusación promovida por el Centro Simon Weisenthal con sede en Los Angeles, nada menos, la meca del cine, denuncia presentada de forma anónima ante el Inadi, gestión de María José Lubertino, con un fallo inapelable, el cual corrobora de forma "indudable" mi pertenencia a tal segmento de intolerancia racial, siendo, como soy de toda la vida, un opinante independiente, crítico, de tradición humanista, cristiana. Tal persecución ideológica nos remonta a épocas oscuras de la Argentina, con seria injerencia en nuestros asuntos internos de una potencia en conflicto, lo cual doblemente lo agrava.
La clase política en pleno, los grandes medios, la intelectualidad burguesa, sellaron el pacto de complicidad. Y entonces la Argentina se convirtió en un baldío, en tierra de nadie, en donde se podían llegar a ventilar barbaridades, como un video emitido por un canal de aire, en donde el juez de la causa, entonces era Galeano, le ofrecía a un procesado, un vulgar reducidor de autos, que luego sería declarado inocente, libre de culpa y cargo, 400 mil dólares para autoincriminarse, a fin de cerrar la causa a como sea, sin que a nadie se le moviera demasiado un pelo.
Todo podía pasar en esta causa, estaba permitido, tanto cajonear una pericia del Colegio de Ingenieros de la Nación , en donde se corrobora de forma científica que no sólo no había existido coche bomba alguno, montado en la prueba con partes de tres autos distintos, hecho corroborado por los ingenieros de Renault que fueron citados como peritos, sino que la explosión había sucedido dentro de la sede gremial israelita, más precisamente en su tercer piso, en la biblioteca, así como que nunca las autoridades de la sede gremial, al igual que en el caso Embajada, habían entregado el video de seguridad grabado en los accesos de los edificios, videos protegidos en cajas blindadas contra demoliciones.
Y la política fue darle a la colectividad judía y al Estado de Israel, todos los gustos. Desde indemnizaciones millonarias a víctimas y familiares, todas sufragadas por el Estado, como la conducción de las investigaciones a un Fiscal Especial, Alberto Nisman, hombre de la colectividad, vinculado a la política interna de la misma, candidato en las internas de la DAIA en su momento, como un espacio político inusual a miembros de pseudo organizaciones de familiares de las víctimas, caso del doble agente del Mossad y de la SIDE , Sergio Burnstein, hombre usado en su momento para incriminar en la causa de las escuchas ilegales al ex jefe de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal , Jorge “Fino” Palacios, el encargado de plantar entonces las pruebas del falso coche bomba, condecorado primero por la DAIA (1991), luego por la Embajada de Israel (1994), por su “brillante accionar”, en el encubrimiento de ambas causas.
El ex jefe de la Policía Metropolitana de Mauricio Macri, otro que correrá tal suerte por su pretendida astucia, purga hoy en la cárcel el no haber sido lo suficientemente eficaz en cumplir su cometido. Al parecer, cuando uno cumple tales encargos, plantar pruebas falsas, debe de ponerle más empeño. La causa de las escuchas falsas, desde el primer día, era un montaje, una operación de inteligencia, sólo alguien relacionado a un servicio de inteligencia, sabe que le están pinchando el teléfono desde una cabina de un ciber, sobre todo alguien que es portador nada menos que de siete celulares, uno, especial, exclusivo, para comunicarse tan sólo con el Fiscal Nisman –¿qué cosas tan importantes tendrían para decirse?-. Todo esto y mucho más se le toleró al sionismo internacional y la oligarquía al mando de la colectividad judía durante casi dos décadas.
Qué motiva a la Presidente , a quien hemos nombrado como Cristina Elisabet Wilhelm durante años en este blog, tal su identidad verdadera de hija natural de madre judía, con un canciller judío, con triple pasaporte, doble nacionalidad, es también israelí, con cantidad de ministros judíos en su gabinete, es larga la lista, Julio Alak, el de Justicia y Derechos Humanos, por lo pronto, para dar un giro copernicano de tal índole, firmando el Acuerdo de la Verdad con la República Islámica de Irán, poniéndose en el ojo del huracán, es una pregunta de no tan compleja respuesta.
Primero, para el frente interno, como ya lo hemos sostenido en notas precedentes, debe de asumir el liderazgo del Socialismo del Siglo XXI, el movimiento bolivariano, hoy vacante por la desaparición física de Hugo Chávez Frías. Tal el precio, en esto debe ser coherente, claro, a costa de quedar muy descolocada con sus anteriores aliados, por ejemplo, Eduardo Elsztain, principal latifundista de la Argentina , con un holding que explota más de un millón de hectáreas de soja, tesorero del Congreso Judío Mundial, nada menos.
Segundo, en el orden internacional, el giro indudable de la política exterior de Barak Obama, nombrando al frente del Pentágono al ex Senador por Nebraska, Chuck Hagel, famoso crítico del lobby sionista de los EEUU, todo esto público y notorio, preámbulo de un cambio de rumbo en los destinos de la política de los norteamericanos para con el Oriente Medio y las aventuras militares de su tradicional aliado, Israel, estableciendo conversaciones y alianzas nada menos que con Irán a futuro, considerados por los mandos militares de los norteamericanos, como una potencia cibernética.
Todo tiene, invariablemente, el denso olor del petróleo, con la novedad de que en cuatro años, los EEUU se autoabastecerá del negro fluido, por primera vez en su historia, gracias a las explotaciones en los yacimientos de Nebraska. El vaticinio de Henry Kissingier, un hombre que cuando abre la boca lo hace con fundamentos, sean o no compartidos, es que en diez años Israel desaparecerá, a esta altura es tan sólo un socio problemático, indeseable, demasiado costoso, al menos, como construcción política del sionismo. Luego, el Acuerdo firmado con Irán, cuenta, desde ya, con el aval expreso de Barak Obama y el Departamento de Estado de los EEUU.
Y tercero y nada menor, como un animal político acorralado por una cantidad notable de errores no forzados, de propia cosecha, necesitaba de un acontecimiento conmovedor para asumir el liderazgo que menguaba de cara a un acto electoral que puede darle la mayoría parlamentaria necesaria para ir por una reforma constitucional y la prórroga secular de su mandato, así como para alejarse de manera exponencial del cierto riesgo de los tribunales de la Justicia Federal por cantidad de denuncias pendientes. Con esta acción, ha demostrado un talento y audacia notables, colocándose en el eje de una polémica portadora de una virulencia inusual. Tal vez, le reporte un nivel de oposición y violencia que quizás la aleje del poder de forma anticipada. Nadie podrá negar entonces la genialidad de esta apuesta. Se irá como una víctima más de sionismo, de una conspiración internacional, nada menos.
Hace casi cuatro días que la Presidente salió a cruzar al titular de la AMIA , Guillermo Borger, cuando este había aseverado que la firma del Acuerdo habría las puertas del tercer atentado en Buenos Aires. Le preguntó qué tipo de información poseía de tal posibilidad, quién sería entonces responsable de semejante atentado, se sintió angustiada como madre, recordó que dentro de la barbarie de aquéllos hechos criminales, de 1992 y 1994, había también ocurrido el asesinato del hijo del Presidente, Carlos Menem Jr., denunciado entonces por su madre y encubierto por su padre. Tremendo cruce. Han pasado más de cien horas y el titular de la DAIA sigue manteniendo un silencio inquietante.
Hoy día, tanto La Nación como Clarín on line, desplazan de sus tapas la noticia de la renuncia de Benedicto XVI, caramba, esto sucede tan sólo cada 650 años, para titular que Irán ha anunciado que no prestará a su Ministro de Defensa, Ahmad Vhidi, para las indagatorias de los funcionarios judiciales argentinos. Esto, a 24 horas de que comience a tratarse en el Senado de la Nación el Acuerdo para convertirlo en ley. Encendida, Carrió sale a denunciar que la Presidente ha permitido caer a la Argentina en una trampa, diputados opositores y del peronismo federal, piden la renuncia del Canciller Timerman. Tanto Clarín como La Nación y la oposición enardecida por el lobby sionista porteño, se degañitan en insistir con la palabra "indagatoria", cuando en el Acuerdo no hay una sola letra que hable en tal sentido, siempre se ha tenido el cuidado de mencionar a las entrevistas con los funcionarios iranios denunciados sin pruebas por el Fiscal Nisman, como interrogatorios no vinculantes.
Para estas horas, el diario Clarín on line, continúa soportando este bochorno periodístico, una escandalosa venta de pescado podrido que no tiene antecedentes, citando como fuente a la agencia France Press, así como la reproducción de la misma en un portal iranio, no oficial, todo lo contrario. El derrape del Grupo tomará proporciones en las próximas horas, seguramente con la consecuente diatriba y escarmiento interno. En esta circunstancia, a un diario así, nunca se le puede escapar una libre de semejante porte, en las narices de medio mundo. Del incendio público, a lo bonzo, de Carrió, ni comentarios, tiene un cuero a prueba de tales calamidades, siempre consumida por su afán mediático, en ese raro rol de fiscal de la Patria para que cual no la ha nombrado nadie.
Para estas horas, el diario Clarín on line, continúa soportando este bochorno periodístico, una escandalosa venta de pescado podrido que no tiene antecedentes, citando como fuente a la agencia France Press, así como la reproducción de la misma en un portal iranio, no oficial, todo lo contrario. El derrape del Grupo tomará proporciones en las próximas horas, seguramente con la consecuente diatriba y escarmiento interno. En esta circunstancia, a un diario así, nunca se le puede escapar una libre de semejante porte, en las narices de medio mundo. Del incendio público, a lo bonzo, de Carrió, ni comentarios, tiene un cuero a prueba de tales calamidades, siempre consumida por su afán mediático, en ese raro rol de fiscal de la Patria para que cual no la ha nombrado nadie.
Si cualquiera de Ustedes se toma el trabajo de entrar en las web de las agencias de noticias iranias INRA o ABNA, cualquiera puede hacerlo, verán que hoy día en la República Islámica de Irán se festeja el 34 aniversario de su Revolución y no hay un solo funcionario de la cancillería irania haciendo declaraciones en tal sentido. Ningún funcionario o vocero de la cancillería irania hace declaraciones en tal sentido. Cuál sería la fuente informativa seria y confiable de estos medios. ¿Tel Aviv?. En el tiempo cercano, semejante pifia informativa sólo me hace recordar la foto de Hugo Chávez agonizante, foto falsa, descarada, publicada por el diario El País de España hace dos o tres semanas. El sionismo local, desvergonzado, genera odios descontrolados por las redes sociales, proponiendo la muerte de CEW como la solución ejemplar a esta audacia soberana, cual es proponer una Comisión de Verdad, para echar un poco de luz a 19 años de encubrimiento.
No quiero abusar del tiempo de nadie, sobre todo, porque esta nota es urgente, debe de ser breve. Pego a continuación un Anexo, extensa y erudita nota del Dr. Gabriel Labake, hombre que conoce la causa AMIA como nadie, es defensor del falso inculpado Kenore Edul, hombre mantenido durante veinte años bajo sospecha sin prueba alguna, así han destruido su vida y la de su familia.
Termino. Creo que la ejemplar renuncia de Joseph Ratizinger, desmontando la estrategia de la burocracia vaticana italiana para perpetuarse en el poder, pude devolvernos una imagen sorprendente y más que esperada de la Iglesia Católica. La batalla que se avecina, nada menos, por la propiedad espiritual de la Tierra Santa , el lugar de la Cristiandad , junto con el advenimiento de un tiempo de Paz, contemporáneo con la desaparición política del Estado de Israel, hablo de una Palestina libre, tan semita, como judía, como cristiana, como musulmana, continente de hombres sin ningún tipo de arrogancia racial, militar, mesiánica, debe de encontrar al frente de Roma a un hombre fuerte y de ágiles reflejos. Que este hombre sea un argentino, que pueda serlo, nos deja en un tiempo de espera, una Epifanía, que desembocará en una sorprendente Semana Santa.
Que Benedicto XVI haya elegido para renunciar un evento tal como una misa en donde se conmemora la Soberana Orden Militar de Malta, no es un hecho fortuito. Durante la implosión de la Embajada de Israel (1992), moría en la Iglesia Mater Admirabilis, el sacerdote católico Juan Carlos Brumana, de 37 años. En la Iglesia de la calle Arroyo, se encontraba la sede espiritual de la Soberana Orden Militar de Malta en la Argentina. No creo en las casualidades, menos viniendo de parte de un hombre con la inteligencia y la formación de Joseph Ratzinger. Hoy debo de agregar, también con su coraje.
ANEXO CON EXTENSO Y ERUDITO INFORME DEL DR. GABRIEL LABAKE
EL ACUERDO CON IRÁN HA CREADO UNA SUGESTIVA
NERVIOSIDAD Y PROVOCA OBJECIONES MUY EXTRAÑAS
Por Juan Gabriel Labaké (*)
Desde que la Agencia DyN difundió mi nota anterior (el 3-2-13) han pasado sólo nueve días. En ese corto lapso se ha desencadenado una ruidosa pelea política, en la que las objeciones al acuerdo parecen indicar que hay razones ocultas para torpedearlo con razón o sin razón, palos porque bogas y palos porque no bogas.
Veamos.
Aclaraciones necesarias
Ante todo, es indispensable partir del hecho de que el caso de los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel, la deuda externa y la usurpación de nuestras Islas Malvinas por una potencia de la Unión Europea y de la OTAN (es decir, aliada estratégica de EE.UU.) son las tres mayores y más delicadas cuestiones que debemos resolver los argentinos en los próximos tiempos. Ellas nos colocan, sin haberlo buscado ni querido, en el ojo del huracán internacional que ya se ha desatado por la conquista de los espacios geopolíticamente vitales en la puja por la hegemonía mundial. Esa lucha es el centro de gravedad que marca y define el mundo de poder multipolar con que se inauguró el siglo XXI.
Ignorar esa realidad es hipotecar peligrosamente nuestro futuro, en un juego cuya ceguera lo asemeja al de la ruleta rusa.
El acuerdo con Irán, bien conducido, puede llevarnos a desactivar una de esas tres delicadas cuestiones: el de los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel.
Para tener una idea cabal sobre esos atentados y su importancia en el tablero internacional descripto, conviene recordar la intensa y desembozada participación que han tenido dos potencias extranjeras (EE.UU. e Israel) y sus respectivos servicios secretos de inteligencia en su investigación (quizás y dolorosamente deberíamos decir su “desinvestigación”) y en el señalamiento apresurado de culpables. Y también debemos tener presente que ambas potencias extranjeras, aun cuando han señalado categóricamente en numerosas ocasiones que los autores fueron los iraníes (hasta el año 2002 insistían también con la pista siria) y que poseían pruebas irrefutables de ello, jamás han aceptado enviarnos algo semejante. Ni siquiera han contestado los exhortos que los doctores Juan José Galeano y Adolfo Canicoba Corral les enviaron hace ya muchos años. El último reclamo de una respuesta –que también fue desoído por Israel- fue hecho por el juez de Instrucción en 2006, ante un pedido expreso de mi parte. Consta en el expediente.
En segundo lugar, es innegable ya que no poseemos prueba alguna que haga sospechar siquiera la culpabilidad de los iraníes. A este punto lo expuse en mi nota anterior, por lo que me ahorro su desarrollo.
Finalmente, es necesario recordar que la tarea de la Comisión de la Verdad, incluido el interrogatorio a efectuarse en Teherán, no es jurisdiccional (no reemplaza la labor del juez y del fiscal argentinos ), sino que es una simple investigación que tratará de aportar datos útiles a nuestras autoridades judiciales. Algo semejante, en parte, a una pericia. Así lo establece expresamente su texto. De ahí en más, si alguien desea dudar de la buena fe o de la capacidad negociadora de sus signatarios (los nuestros y los iraníes) es ya harina de otro costal.
Las objeciones publicadas
Sentadas tales premisas, se pueden desmenuzar las objeciones que ha recibido dicho acuerdo. Me circunscribiré a las que fueron publicadas por los dos diarios de mayor circulación nacional, sin mencionar a sus autores (sólo indicaré datos genéricos sobre ellos) para no herir susceptibilidades y no abrir frentes colaterales de debate que nos distraigan.
Las objeciones publicadas son:
1.- Que el acuerdo es inútil porque Irán nunca entregará a sus funcionarios aunque resultaren culpables a criterio de la Comisión de la Verdad (de un dirigente de la colectividad judía).
Si así fuera, lo mismo habríamos dado un enorme paso adelante, pues el mundo tomaría nota de que teníamos razón, y sancionaría a Irán con la dureza que es de imaginar, mientras nuestro prestigio como nación se elevaría a alturas épicas ante los ojos de los hombres de buena voluntad de todo el planeta. Algo nada despreciable por cierto. Y ello, sin contar con que podríamos exigir y obtener cifras grandísimas en concepto de indemnización por daños (para los familiares de las víctimas y para la Argentina como Estado). Hay mil formas de hacerlo vía embargo de cuentas bancarias.
¿Por qué oponerse al acuerdo, entonces?
2.- Ahmadinejad quedará como una persona interesada por la verdad y la justicia… Y la Argentina, que está con los pies y con las manos atadas, no podrá demostrar nada de lo que quiere demostrar, porque no tiene procedimiento de indagación en marcha. (Para resguardar el buen nombre y el prestigio académico de nuestras facultades de Derecho, debo aclarar que el autor de tales afirmaciones no es abogado; pero, para baldón de nuestro servicio exterior, me veo obligado a reconocer que el hombre ocupó altos cargos diplomáticos).
¿Cuáles son nuestras ataduras de pies y manos, si estaremos en igualdad de condiciones con Irán para presentar todo tipo de pruebas ante los cinco juristas internacionales? El propio autor de tamaña afirmación nos las indica al decir “(nuestro país) no habrá logrado demostrar nada de lo que quiere demostrar”, lo cual significa que no tenemos pruebas. Si las tuviéramos, la demostración sería muy fácil, casi rutinaria.
Y su falta de conocimientos jurídicos lo lleva a agregar el sinsentido de que la atadura consiste en que no está previsto “un procedimiento de indagación”. Esa afirmación, en realidad, no es exclusiva del diplomático aludido, sino de varios objetores más, entre los cuales hay abogados, aunque cueste creerlo. La verdad es que, según el artículo 294 de nuestro Código Procesal Penal:
a)- un juez de instrucción (o un fiscal como instructor delegado, que es el caso del Dr. Nisman) cita a indagatoria a una persona “Cuando hubiere motivo bastante para sospechar” que participó del delito investigado; y
b)- la indagatoria no tiene como finalidad investigar al sospechoso, sino justamente lo contrario: darle oportunidad de aclarar su situación y defenderse, luego de haber sido investigado y encontrado suficientemente sospechoso.
Es decir, el juez instructor primero debe investigar al sospechoso hasta tener “motivo bastante” para indagarlo. No al revés, como pretende el declarante en cuestión: indagarlo para saber si es sospechoso. De donde se deduce que dicho instructor, antes de indagarlo, debe obtener alguna prueba o al menos indicios “graves, precisos y concordantes” de la culpabilidad del sospechoso. De ahí el sinsentido de afirmar que estamos con las manos atadas porque, en esta etapa de investigación, no podremos indagar a un sospechoso… antes de demostrar que es sospechoso, valga el juego de palabras.
De todos modos, el diplomático del caso está reconociendo la triste realidad: no tenemos pruebas, ninguna prueba.
3.- Que Irán no es confiable porque es un país terrorista (de varios objetores).
Como es universalmente conocido, tanto las Naciones Unidas, como la Unión Europea y EE.UU. tienen organismos oficiales que califican de terrorista a los grupos y/o países que, a su criterio (no siempre inocente), lo son. Ninguna de esos tres “calificadores” citados ha considera jamás que Irán sea un país o un Estado terroristas, aun cuando lo atacan permanentemente, y no justamente en forma considerada.
Aún así, aunque Irán fuera un país terrorista, si la Comisión de juristas dictamina que sus funcionarios son los culpables, la razón quedará de nuestra parte, con los beneficios que mencioné en el punto 1. Insisto, ¿Por qué y para qué oponerse al acuerdo, entonces?
4.- Que Irán no nos inspira confianza, no acostumbra a decir la verdad, que es maestro en dilatar las cosas, etc. (de varios objetores).
Todos los países del mundo son sospechosos de ocultar la verdad, cuando no de mentir directamente, en las ocasiones en que consideran que sus intereses nacionales peligran o está en juego. Sabido es que, en la política como en la guerra, la primera víctima es siempre la verdad. Pero ello es válido para todos los países del mundo, incluido el nuestro, y no sólo para Irán. Por eso mismo, los tratados o acuerdos internacionales no se firman ni descansan en la ingenua creencia de la veracidad de la otra parte y de su voluntad inquebrantable de cumplir lo acordado en las buenas y en las malas. Lo que garantiza la buena fe en su cumplimiento son los controles y las cláusulas de seguridad que se suscriben, así como las sanciones que se puedan aplicar a la parte incumplidora. En el caso del acuerdo con Irán, hay controles más que suficientes: la Comisión, ya lo dije, estará formada por juristas internacionalmente reconocidos; y ambos gobiernos y ambas autoridades judiciales participarán en la audiencia decisiva y controlarán su corrección. ¿Qué más garantías podemos pedir, si el Dr. Nisman, en quien confían plenamente la DAIA y la AMIA, ya que es uno de los suyos (forma parte de la DAIA y tuvo una actuación pública en las elecciones internas anteriores de esa institución), será un protagonista central de dicha audiencia?
Dicho de paso, sería muy conveniente, porque completaría la seguridad buscada y la confianza deseada en el acuerdo con Irán, que las querellas (AMIA, DAIA y las agrupaciones de familiares de las víctimas), así como los imputados, junto con sus abogados defensores, pudieran asistir a esa audiencia en calidad de observadores.
Respecto de las sanciones que tendríamos a mano en el hipotético caso de que Irán incumpla lo acordado, ya dije lo suficiente en el punto 1.
5.- Que el acuerdo logrará sólo hacer perder tiempo y postergará la resolución de la causa judicial. Se perderá todo lo avanzado… (de una nota del New York Times).
Los autores de esta objeción no dan razón alguna que avale tal suposición, pero lo real es que la causa no ha podido ser resuelta, y sus responsables judiciales ni siquiera han logrado procesar a alguien en casi 19 años de investigaciones, a pesar de estar dotados de un batallón inimaginable de abogados (son 32 sólo en la Fiscalía del Dr. Nisman) y de un equipamiento que es la envidia del resto del Poder Judicial. El intento de destrabar la causa con este acuerdo podría llevar 6 meses, quizás un año, de modo que, si fracasara, poco agregará a los 19 perdidos. Además, el expediente judicial está totalmente paralizado y sin posibilidades de avanzar desde 2008, año en que Irán respondió nuestro exhorto y pidió que se le envíen las pruebas de la acusación, si las tenemos. Y está paralizado porque el Dr. Nisman se niega a contestar el pedido iraní desde entonces. Mal podemos argumentar, pues, que es Irán el que quiere dilatar la resolución de la causa.
6.- Que el acuerdo vulnera la legislación argentina, y aun nuestra Constitución Nacional, al exigir la prórroga de la jurisdicción soberana (de varios objetores).
Esa objeción ya fue rebatida en mi nota anterior. Por otro lado, dicha crítica ha amenguado mucho en estos días, seguramente por su debilidad manifiesta.
7.- Que para ser aceptable, el acuerdo debió establecer que el interrogatorio a los iraníes tendrá carácter y alcances de indagatoria (de varios objetores, incluso juristas conocidos).
La contradicción de esta objeción con la anterior es visible e invita a pensar que sólo se busca entorpecer la ratificación parlamentaria del acuerdo, y evitar la investigación controlada por ambas partes. En efecto, si el interrogatorio previsto fuera una indagatoria, estaríamos prorrogando la jurisdicción soberana. Entonces atacarían el acuerdo por ser inconstitucional. Y si no se le da carácter de indagatoria a dicho interrogatorio, lo atacan por ineficiente. Eso no es serio, y menos lo es en boca de juristas de reconocida trayectoria. Queda la impresión de que algo extrajurídico, y extraño al acuerdo en sí, está obnubilando a tales juristas.
Lo único cierto es que el acuerdo establece que las conclusiones a las que arribe la Comisión de juristas internacionales, luego de una audiencia controlada por todas las partes interesadas, deberán ser “tenidas en cuenta” por ambos países signatarios. En otras palabras, las autoridades judiciales argentinas podrán aprovechar la información que obtengan en esa audiencia y, en base a ella, decidir si indagan a no a los iraníes, todo bajo la mirada escrutadora de los cinco juristas internacionales elegidos por ambos países. ¿Qué más podemos pretender de un país a cuyos altos funcionarios hemos acusado, con mucha liviandad y ninguna prueba, de ser los autores de tamaño crimen?
8.- Es un anillo al dedo para Irán. Peligroso y muy negativo porque hace lugar a la ley iraní que no prevé la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y que dice que los iraníes sólo pueden ser juzgados por jueces iraníes (objeción de un reconocido jurista y un diplomático con mucha trayectoria y repetida profusamente por la dirigencia judía). Y en el mismo sentido, un diputado nacional agregó que el acuerdo validará procedimientos y resultados que serían muy diferentes si se aplicara la ley argentina.
¿Pero es que hay algún país del mundo que acepte sin más que sus ciudadanos sean juzgados por jueces extranjeros, y según leyes extranjeras? Todos, sin excepción, ponen condiciones estrictas para ello.
Nuestra propia ley de extradición, la Nº 24.767, establece en estos casos:
No procederá la extradición cuando existan especiales razones de soberanía nacional, seguridad u orden público u otros intereses esenciales para la Argentina, que tornen inconveniente el acogimiento del pedido (art. 10).
Si el requerido para ser extraditado fuese nacional argentino, podrá optar por ser juzgado por los tribunales argentinos , según la ley penal argentina y la extradición será denegada (art. 12).
La solicitud de extradición de un imputado debe contener… una explicación de los motivos por los que se sospecha que la persona requerida habría tomado parte en el delito (art. 13; recuérdese que nosotros enviamos los exhortos sin prueba alguna que mereciera ese nombre).
9.- Los iraníes lo usarán para ocultar la responsabilidad de los autores de los crímenes. Si la Comisión de la Verdad actúa de mala fe, puede afectar el esclarecimiento de los hechos y la legitimidad del accionar de la justicia argentina (de un reconocido jurista).
¿Pero cómo podrían hacerlo si dos de los protagonistas centrales de la audiencia serán nuestro fiscal y nuestro juez de instrucción? ¿No se confía en ellos? Además, Irán podría ocultar cualquier prueba ahora, etapa en que aún no rige el acuerdo, sin controles “molestos”. ¿Por qué y para qué se arriesgaría a ocultarlos cuando esté controlado por dos expertos funcionarios judiciales como son los Dres. Nisman y Canicoba Corral? En realidad, el único ocultamiento comprobadamente existente es el que cometen el fiscal Nisman y el juez Canicoba Corral al no divulgar, como corresponde, que Irán ya respondió el exhorto en 2008 y solicitó el envío de las pruebas, solicitud que el fiscal y el juez se han negado a satisfacer hasta ahora.
10.- Se pone en riesgo la validez de lo actuado por los fiscales y jueces argentinos y de lo que se actúe en el futuro (del mismo reconocido jurista).
Ello sólo ocurrirá si se demuestra que los hemos acusado sin tener prueba alguna. ¿Es eso lo que se teme?
11.- Se debe analizar si se podría incluir en la ley que los interrogatorios sean parte del proceso judicial argentino (del mismo reconocido jurista).
¡Pero eso sí que sería inconstitucional!
12.- Debemos rechazar el acuerdo porque Irán niega el Holocausto, propugna la desaparición de Israel y está acusado de fabricar arnas de destrucción masiva (de un diputado nacional).
Negar el Holocausto no es un delito, al menos en nuestro país, y en todo caso sería un error o una apreciación distinta de la historia que es, siempre y por definición, opinable y revisable. Pedir la desaparición del Estado de Israel puede ser una utopía o un error político (algo también opinable) pero nunca un delito. Y lo de las arnas de destrucción masiva, es un pretexto que, desde el escándalo de la invasión a Irak y su criminal destrucción, nadie ha vuelto a usar (para no hacer el ridículo). ¡Ni los EE. UU, siquiera! Que los tres dislates hayan sido dichos por un diputado nacional es preocupante.
13.- Se le reconoce jurisdicción a la justicia iraní. Otro semejante: Podría implicar la impunidad de los culpables, porque los interrogatorios se tomarán bajo la ley iraní (de dos diputados nacionales).
No es cierto, porque el interrogatorio no será un acto jurisdiccional, como demostré en mi nota anterior, y por ello mismo no necesita un procedimiento especial, ni argentino, ni iraní.
14.- El acuerdo suspende de hecho las órdenes de captura de Interpol… El juez y el fiscal ya han conseguido identificar a los ideólogos del crimen y conseguir que Interpol apruebe su captura (de un diputado nacional).
Pero en el exhorto no citaron prueba alguna que avalara tan antojadiza “identificación”. Además, Interpol no tiene facultades para averiguar si tales pruebas existen o no, porque es sólo una policía internacional que, si la petición de capturas de un país miembro cumple las formalidades, debe obedecerla sin analizar las pruebas.
15.- Es una parodia (el interrogatorio) porque no se encuentra previsto en la ley argentina (pero ya lo estará…) y los interrogados no podrán ser detenidos luego de su declaración (del mismo diputado nacional).
Es lo lógico, porque el interrogatorio no tendrá alcances de una indagatoria, que sería inconstitucional, sino de simple investigación. Luego de realizarse una pericia, por ejemplo, tampoco quedan detenidos los sospechosos, al menos hasta que el juez así lo decide.
16.- Supone la tácita renuncia de nuestro país a las órdenes de captura de Interpol (del mismo diputado nacional).
No es cierto: de acuerdo al artículo 7 del acuerdo, la única interpretación posible es que Interpol podría suspender transitoriamente las órdenes de captura, hasta tanto la Comisión de la Verdad emita su dictamen.
17.- Será denigrante para nuestro país que caigan las capturas internacionales. Se pone en riesgo la posibilidad de condenar a los responsables (del mismo diputado nacional).
Eso sucedería sólo si la Comisión de la Verdad dictaminara que no hay pruebas para detener a los iraníes. Pero en ese caso, sería lógico que cayeran. Así sucedió cuando, sin pruebas, pedimos la captura del ex embajador iraní Solenmaipour y un juez londinense ordenó liberarlo y, por si fuera poco, nos condenó a pagar las costas (280.000 dólares) por haberlo acusado falsamente. Conviene recordar que Solenmaipour es uno de los ocho acusados por nosotros que serán interrogados ahora en Teherán… Esta objeción es, pues, una apertura anticipada del paraguas.
18.- Es inconstitucional porque viola la garantía del debido proceso y de la defensa en juicio, ya que se restringe la presencia de las víctimas y las querellas (del mismo diputado nacional).
Pero si fuera una indagatoria tampoco podrían asistir las víctimas y las querellas, según nuestro Código Procesal Penal.
19.- Una vez que se apruebe por ley, el acuerdo será un tratado, pero vendrá el momento de desandar lo hecho (de un ex alto diplomático argentino).
Está proponiendo abiertamente repudiar el tratado en el futuro. Lo preocupante es que lo haya dicho quien ejerció altas funciones diplomáticos. ¡Y luego nos quejamos de nuestra imprevisibilidad que tiene cansado al mundo entero!
20.- No sabemos relacionarnos con el mundo… estamos pagando el costo de la ignorancia (del mismo ex alto diplomático argentino).
Dicho por el mismo autor de la amenaza anterior (de repudiar el tratado en el futuro), resulta incomprensible.
21.- El voto de la mayoría oficialista no va a dar legitimación política al acuerdo.
Es otra forma de amenazar con repudiar el tratado en el futuro, esta vez proferida públicamente por un destacado diputado nacional.
22.- El acuerdo está estrictamente alineado con la posición diplomática de Irán, y ello se demuestra porque el (diario) Teherán Times expresó hace unos días: “Si el informe demuestra… la falta de evidencia para las acusaciones contra personas inocentes, ellos deberían ser recompensados y, gracias al memorandum de entendimiento, no habrá más necesidad de interrogarlos” (de un dirigente judío).
Es de estricta justicia que, si se demuestra la inocencia de los acusados, éstos sean liberados de culpa y cargo, y recompensados. Así es en el mundo entero. ¿Por que se reclama una excepción en este caso?
23.- Cristina también es responsable porque con Menem integraba el bloque oficialista (de una diputada nacional).
Es difícil disentir con esta objeción, pues su evidencia hiere los ojos. Pero ella forma parte del debate partidario argentino, el “doméstico”, que es legítimo pero nada tiene que ver con la confiabilidad o no del acuerdo.
24.- “Estaríamos dando paso a un tercer atentado” (de un dirigente judío)
Creo que esa desafortunada frase, pronunciada nada menos que por el presidente de la AMIA, debe ser atribuida al nerviosismo que ha invadido a toda la dirigencia de la colectividad judía ante la posibilidad de que lo actuado por el Dr. Nisman sea revisado sin concesiones. Ellos deben saber, con toda seguridad, que en el expediente no hay prueba alguna contra los iraníes. Y también deben saber que, por el contrario, consta que Irán ha enviado pruebas de que las acusaciones de nuestro exhorto son falsas. Ello quizás lo haya llevado al presidente de la AMIA a pronunciar tamaño dislate que, al fin y al cabo, crea una ominosa sospecha sobre ellos mismos. Porque si ahora se llegare a cumplir la tétrica profecía de un tercer atentado, los primeros sospechosos serán sus profetas. Pienso que, cuando el señor Borger se calme un poco, pedirá disculpas por tal exabrupto, o al menos, se arrepentirá de haberlo pronunciado.
25.- La DAIA propuso reformar el Código Procesal Penal para permitir el juicio en rebeldía o juicio en ausencia (de los diarios).
También este dislate debe ser atribuido a la nerviosidad que ha invadido a la dirigencia comunitaria. Condenar en ausencia es un atropello exclusivo de las dictaduras más abyectas.
26.- Quizás el comentario editorial del diario Clarín del domingo 10-2-13 esté dando una pista de lo que sucede realmente. Expresa muy sugestivamente el señor Van der Kooy: Aseguran (no dice quiénes) que la Argentina nunca ha podido probar con seriedad en estos 18 años la culpa de Teherán.
Ése es el meollo de la cuestión.
Del Viso, 12 de febrero de 2013.
(*) Abogado. Diputado nacional (1973/1976). Embajador (1989/1992). Abogado defensor de Isabel Perón en los juicios del Proceso Militar. Abogado defensor de Alberto Kanoore Edul en el caso AMIA.