
La versión es más que inquietante, elementos de la Cámpora estarían operando la liberación de reclusos de cárceles de alta seguridad, a fin de utilizarlos para sembrar el terror entre la clase media, paralizándola de alguna forma, neutralizando los incipientes, focalizados, modestos cacerolazos, pero no por eso, poco irritantes para el poder, de perseverar y prosperar. El objetivo, desestabilizar el sistema, ir provocando un golpe controlado, como contrapartida al supuesto complot en curso, suerte de contubernio entre Scioli, Macri, Moyano y Magnetto, claro, Momo Venegas mediante, la mano negra de Duhalde metiendo baza, para no perder las malas costumbres. Decir que esto es una versión inquietante suena a eufemismo, es demencial, cuando menos.
Aclaramos que esta información tiene poco y nada que ver con la difundida esta noche a los medios por Sergio Schoklender; el ex apoderado de las Madres de Plaza de Mayo habla de un "batallón o fuerza de choque", nosotros estamos hablando de elementos aislados y puntuales manipulados para generar hechos criminales de alto impacto y consecuente terror. De hecho, hace no demasiados años, el propio Schoklender instigó elementos armados como la previa a una guerrilla propiciada por Hebe de Bonafini. Schoklender peca tanto por alcahuete como por dar una visión sesgada del hecho, en su afán de despegarse de Bonafini y dar a entender que puede ser "útil" a la sociedad, porque siempre va a tener algo más que "revelar"; a esta altura, uno se termino preguntando si Schoklender apuntó a la Cámpora por despecho o por envidia, los últimos 30 años de su vida son exactamente un calco de lo que denunció anoche en un programa de chimentos y política por TV. Tampoco con la nota publicada por Tribuna de Periodistas sobre el "Vatayón militante", que no es otra cosa que un spot publicitario, bastante bueno, por cierto. Esto es mucho más grave, más serio.
Pero la versión no hace ruido, tiene elementos de ponderación más que creíbles, como que desde hace años han estado utilizando barra brava, "Hinchadas Unidas", para tener cierto control de la calle, como grupos de choque, como tribuna para llenar actos, estadios. Porque en un escenario de alta crisis como el que estamos viviendo, en donde la remota protesta policial de Santa Cruz, o el conflicto bizarro de Los Dragones en Chubut, puede potenciarse en la provincia de Buenos Aires en las próximas semanas. O los atentados y hechos de violencia que han sufrido gremialistas alineados con Hugo Moyano en las últimas semanas, robos, secuestros express, amenazas de muerte. O el financiamiento que obtiene la política, el peronismo en particular, desde hace décadas, a través del narcotráfico. Especular, entonces, con una nueva genialidad del modelo, en este caso, "Crímen para todos y todas", no es tan tirado de los pelos.
Es tan siniestro y perverso como el diseño maestro del accionar de Montoneros y el ERP en 1975, promoviendo un pandemoniun que incluía el ataque a objetivos militares en Democracia, a fin de sacar a los militares de quicio y provocar el golpe del 76. Mucho más cerca, no fue acaso el asalto al regimiento de La Tablada por el MTP, una operación de inteligencia del Pentagono para poner a los ex combatientes de Malvinas en el lugar de la marginalidad política, a partir de su planteo de incluir a Gran Bretaña, el imperialismo, como una hipótesis de combate en las escuelas de guerra; no había entonces otro enemigo posible que "la subversión apátrida".
Atribuir este engendro criminal exclusivamente a La Cámpora también tiene toda el sesgo de lo conspirativo, siendo como es hoy día una organización acéfala, a esta altura del desmadre, sí, probablemente autónoma: de hecho, el spot del "Vatayón militante" propone ir por afuera de las estructuras de Cristina, puentearla, llegado el caso. Porqué no atribuirlo a la ministra de Seguridad, que sí tiene acceso a los veriucuetos de la dirección de institutos penales, dependientes del Ministerio de Justicia -el Secretario de Justicia es hombre de La Campora-, vía Policía Federal, siendo como es además que la ministra responde al especialista en contrainteligencia Horacio Verbitsky, hombre que ha analizado con erudita minucia la obra de Curzio Malparte, "Técnicas de golpe de Estado".
Espía experto en contrainteligencia financiado por la CIA, funcional al M16 británico. No es acaso la misma matriz que la manipulación de fundamentalistas islámicos infiltrados por "La Agencia" o el Mossad, para generar el terror a nivel internacional, conocidos como atentados de falsa bandera; masacrar cristianos africanos a la salida de misa parece ser el último invento de estos monstruos. Los incendios de automóviles estacionados en barrios de la Capital, abandonados o no, no cumplen otra final que no sea la del mensaje. Ni que hablar de los asaltos seguidos de muerte, o los recientes fusilamientos a elementos de seguridad, federales o provinciales. Muchos la asocian a Esteban Righi, siendo ministro del interior de Cámpora, abriendo las cárceles para liberar a presos políticos y criminales comunes, no es tan lejana la metáfora.
En este caso, sí, estaríamos ante un encuadre que nos permitiría hablar de una política de Estado, de crimen organizado. Digo, para pergeñar algo así hay que ser portador de una mente siniestra que ningún ejemplar de La Campora posee ni de lejos, sí, son una banda de desquiciados trepadores, con un regusto raro en la boca tanto por el poder como por la droga que consumen, de ahí, a articular un plan semejante, hay un abismo. Que los usen como pantalla, no me caben dudas, están para el cachetazo. Por favor, no los estoy defendiendo, ni mucho menos menospreciando, no descarto que el cóctel de poder y droga puede disparar un cónclave de psicópatas, condenados, como sus padres y tíos políticos, indudablemente al fracaso y a la burla de la historia, el castigo de los soberbios.
Hasta aquí, es el guión de una película de política ficción y terror que puede ser más menos impactante según el presupuesto que maneje la producción, siempre, habla de fascismo, lavado de cerebro, manipulación, terrorismo de Estado. Desprecio absoluto por el ciudadano, odio al pueblo y a la Democracia. Si, es un relato orwellano.
Durante el conflicto con el campo, los incendios que se cobraron cantidad de víctimas en accidentes fueron moneda corriente, en muchos casos, hombres de la Prefectura fueron vistos operando en zona, caso de Zárate, por ejemplo, junto con lumpenaje rentado y empleados municipales, haciendo de grupos de tareas bajo las órdenes directas de "El", pirómano declarado.
Alguna duda cabe de que "Ella", bipolar peligrosa, sea en este caso quien haga la vista a un lado ante semejante engendro criminal, siendo como es una característica de su demencia de mitómana creer a pie juntillas en sus relatos y mentiras concomitantes, viendo fantasmas y logias destituyentes a la vuelta de cada esquina, en esta guerra nada fría que le ha declarado tanto a la CGT como al gobernador de la provincia más importante, a fin de poner en claro quién es el dueño del peronismo, que es lo mismo que decir quien es el dueño de los despojos del sistema representativo, lo que de él queda, o sea la suma del poder público.
No por nada Daniel Scioli, hombre que ha sido traicionado hasta por su propio hermano, declaraba que sus enemigos eran "la droga, la inseguridad y la injusticia", en ese orden, en una conferencia de prensa que ofreció, invariable, tanto para no decir nada como para presentarse como un hombre de bien, un manso, un buen cristiano siempre dispuesto a poner la otra mejilla.
Y en donde el supuesto error político, propio de un ignaro, de adelantar la interna del 2015 mil días antes, no deja de ser una movida pertinente para proponerle al oficialismo una estrategia salvadora, la reforma de la Constitución, a fin de solventar la búsqueda del poder perpetuo, por un lado, como terminar de tapar la trapizonda del fraude de agosto y octubre pasado, por el otro.
Scioli, funcional al poder, qué duda cabe, es lo que mejor sabe hacer en la vida, cumple con el trabajo sucio que le han asignado, es la mejor oposición del caso, hombre fiel, que no va a traicionar nunca, no, avisa tres años antes, nada menos. Siempre, en todo caso, sirve para desviar la atención de los verdaderos problemas de los argentinos, azuzándolos, asustándolos, mandándolos para adentro de las casas, junto con frío polar, pero sin el más mínimo márgen como para que puedan aventurarse a pensar, a poner en duda párrafos enteros de un discurso, un relato, que comienza a caerse a pedazos.
De ahí a que Daniel Scioli o Scholl mida en encuesta,s siempre de dudosa factura, 2 o 3 puntos más que Cristina Elisabet Wilhem, o que, vaya novedad, nos enteremos que Beatriz Rojkés de Alperovich tiene ambiciones políticas, la verdad, es una anécdota fugaz, un divague. Nadie, a esta altura, puede pensar seriamente ante la realidad en ciernes, que en la Argentina pueda haber elecciones, o que haya un electorado cautivo, ansioso por expresar su educación democrática, su instrucción cívica, su moral y civismo.
Nadie, cotejando la realidad incontestable de que los partidos políticos tienen sus locales vacíos, reemplazados por bandas de profesionales, unidos en alianzas circunstanciales, o grupos de familias. Pero, claro, instalar un simulacro de debate, cuando menos, sobre la realidad, la verdad verdadera, sin discimulos, es casi una misión imposible, con la mass media en manos de la Corpo y sus repetidoras, o la propoganda oficial y todas sus revistas, canales, radios, luego, todo sirve para tapar el páramos de vacío de ideas que nos abruma. Desde los humores de Riquelme a la ridícula fianza de los Schoklender, o las afinidades musicales de Víctor Hugo, todo vale.
El chiste efectista de que la consigna política es "Cristina al Moyano", nos provocaba con un amigo con el cual nos animamos a hablar de política una vez por semana, al menos, el interrogante, alta pregunta, de cómo imaginar a la Argentina sin el peronismo, corrijo, sin esta clase política en donde todos son más o menos peronistas, habida cuenta de que el final del pensamiento político hegemónico tiene todo los ingredientes de una tragedia griega, en donde los hijos y los nietos descubren luego de media centuria, los raros gustos sexuales de un padre que era cuando menos una patriarca indudable, al abrir un arcón olvidado en un altillo, repleto de raros juguetes y objetos de tortura.
La destitución express de un obispo fornicador paraguayo, surrealista invento bolivariano, ver la foto de Lugo tomando mate con su plana mayor, cuatro personas, en un local partidario ad hoc, daba vergüenza ajena, más allá de que la oligarquía stroesnerista es tan criminal como cualquier otra. A ver si nos entendemos, ambos son caras de la misma moneda, la decadencia cultural de un sistema político que crepida y cruje en todas partes. El fraude a la mexicana, el segundo en los últimos ocho años, o la crisis de Oriente Medio, en donde el ataque encubierto a Siria por parte de la OTAN, previa al masivo ataque a Irán, correlato de la III Guerra Mundial, nuclear para el caso, hablan de una nave de los locos bastante más notoria que la nuestra. El asedio a Roma, hostigada por la masonería, la CIA, la mafia, el progresismo, el tradicionalismo, jaqueada por escándalos y denuncias semanales, en la picota mediática, clama por una Paz que todavía no tiene nombre .
La hora de los pueblos , cercana, inevitable, ya corporizada en el caso de Islandia, está en el aire. No mentir, no robar, no matar, los fundamentos basales de una civilización francamente amable, de hombres y mujeres libres y responsables, adultos, maduros, sensatos y sensibles.
Hoy día, 9 de Julio de 2012, 196 aniversario de la Declaración de la Independencia nacional, anoto los nombres de los próceres que la firmaron, convencidos como estamos de que son calles y avenidas de los barrios de Almagro y Palermo de la ciudad de Buenos Aires. Un homenaje sincero a ellos, que propusieron que dejáramos de ser una colonia española en esa fecha, de toda dominación extranjera, moción impulsada por el Gral. José Francisco de San Martín y Matorras, vía el diputado Medrano, diez días más tarde.
Lo cierto es que a la fecha somos una colonia. Algo salió mal, sin duda. El gen de la traición, tan bien encarnado por el mercantilismo europeista de la extraña Buenos Aires, que había expulsado al invasor inglés en dos oportunidades y caí en la tercera, trampa comercial de tenderos y contrabandistas, ya era parte sustancial del ser nacional. De los 28 firmantes de la declaración, 11 fueron sacerdotes de la Iglesia Católica, tal vez una razón de peso para que ninguno sea conocido. A tal punto algo salió tan pero tan mal, que la Senadora por el Tucumán, cuna de la Independencia, Beatriz Rojkés de Alperovich, vicepresidenta segunda de la República, ha propuesto eliminar el crucifijo de la bandera de su provincia por considerarlo un símbolo "fascista". Según la Senadora, la Iglesia ha sido parte activa de todos los golpes militares. Es tan bruta como descarada la sionista. Aquí nuestro más que modesto homenaje, sobre todo en estos días que nos corren, en donde lo más destacado del discurso presidencial del día de ayer, sea el "che, correte que no me pueden ver"...ni ahí un amable no puedo verlos...
Manuel Antonio Acevedo (1770-1825). Diputado por Catamarca. Fue clérigo, -también diputado al Congreso de 1824.
Tomás Manuel de Anchorena (1783-1847). Diputado por Buenos Aires. Doctor en leyes de la Universidad de Charcas. Acompañó en sus campañas al Ejército del Norte. Fue ministro de Rosas en la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Pedro Miguel Aráoz (1759-1832). Diputado por Tucumán. Fue clérigo y doctor en teología. Integró la redacción del primer periódico de su provincia.
Mariano Boedo (1782-1819). Diputado por Salta. Fue abogado. Condiscípulo y amigo de Mariano Moreno en la Universidad de Chuquisaca. Gobernador interino de Córdoba.
Eduardo Pérez Bulnes (1785-1851). Diputado por Córdoba. Se negó a trasladarse con el Congreso a Buenos Aires y fue declarado cesante.
José Antonio Cabrera (1768-1820). Diputado por Córdoba. Licenciado en derecho. No se trasladó a Buenos Aires con el Congreso.
Pedro Ignacio de Castro Barros (1777-1849). Diputado por La Rioja. Fue clérigo y un orador notable. Rector de la Universidad de Córdoba.
José Eusebio Colombres (1778-1859). Diputado por Catamarca. Fue clérigo y doctor en cánones de la Universidad de Córdoba. Fue ministro-varias veces en Tucumán, su provincia natal.
José Darregueira (1770-1817). Diputado por Buenos Aires. Doctor en leyes de la Universidad de Chuquisaca.
Pedro León Gallo (1779- 1852). Diputado por Santiago del Estero. Fue clérigo.
Esteban Agustín Gascón (1764-1824). Diputado por Buenos Aires. Nacido en Oruro (en la actual Bolivia). Doctor en derecho en la Universidad de Charcas.
Tomás Godoy Cruz (1791- 1852). Diputado por Mendoza. Bachiller en filosofía y leyes de la Universidad de San Felipe de Chile. Comerciante e industrial. Gobernador de Mendoza entre 1820 y 1822.
José Ignacio de Gorriti (1770- 1835). Diputado por Salta. Se doctoró en derecho en la Universidad de Chuquisaca. Colaboró con el Ejército de! Norte y con Güemes. Gobernador de Salta entre 1822 y 1829.
Francisco Narciso de Laprida (1786-1829). Nacido en San Juan, diputado por esa provincia. Doctorado en leyes en la Universidad de San Felipe de Chile. Le tocó ser el presidente de turno del Congreso cuanto éste declaró nuestra independencia. También participó en el Congreso de 1824.
José Severo Feliciano Malabia (1787-1849). Diputado por Charcas (Alto Perú). Doctor en leyes de la Universidad de Chuquisaca.
Juan Agustín Maza (1787-1849). Diputado por Mendoza. Doctor en derecho civil de la Universidad de San Felipe de Chile. Cooperó con San Martín en la formación del Ejército de los Andes.
Pedro Medrano (1769-1840). Diputado por Buenos Aires, doctor en leyes de la Universidad de Charcas y fiscal del Estado de Buenos Aires, en 1838.
José Andrés Pacheco de Melo (1779-1833). Diputado por Chichas (Posotí, Alto Perú). Fue clérigo. Condiscípulo y amigo de Güemes.
Juan José Paso (1758-1833). Diputado por Buenos Aires. Se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de Córdoba. Secretario de la Primera Junta, miembro del Triunvirato y de la Asamblea del Año XIII, secretario de turno del Congreso, dio lectura al Acta de Independencia el 9 de julio de 1816.
Pedro Ignacio de Rivera (1753-1833). Diputado por Mizque (Alto Perú), doctor en derecho civil de la Universidad de Charcas. Fue coronel de milicias.
José Cayetano Rodríguez (1761-1823). Diputado por Buenos Aires. Clérigo, poeta y periodista, fue director del "Redactor del Congreso Nacional", órgano oficial de las sesiones.
Antonio Sáenz (1780-1825). Diputado por Buenos Aires. Fue clérigo y abogado. Presidente de tumo del Congreso en 1819. Primer rector de la Universidad de Buenos Aires en 1821.
Jerónimo Salguero (1774-1847). Diputado por Córdoba. Se doctoró en derecho civil en la Universidad de San Carlos. Tesorero de la Casa de Moneda de Buenos Aires en 1819.
Teodoro Sánchez de Bustamante (1778-1851). Diputado por Jujuy. Se doctoró en leyes en la Universidad de Charcas. Secretario del Ejército del Norte. Gobernador de Jujuy entre 1826 y 1827.
Mariano Sánchez de Loria (1774-182). Diputado por Charcas (Alto Perú). Se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de Charcas.
Justo Santa María de Oro (1772-1836). Diputado por San Juan. Fue clérigo y doctor en teología.
José Ignacio Thames (1762-1832). Diputado por Tucumán. Fue clérigo y doctor en teología.
Pedro Francisco Uriarte (1758-1839). Diputado por Santiago del Estero. Fue clérigo y doctor en cánones. Diputado en la Junta Grande de 1811.