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Channel: Apuntes para la construcción de la Democracia Directa: Otra Idea de la Política
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Sucesos argentinos

En el último semestre del año pasado, hace menos de un año, ante la observación de la Corte Suprema sobre la falta de políticas para enfrentar al narcotráfico, hacía más de un año que la secretaria de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico estaba acéfala, ante la renuncia del ex canciller, Marcelo Bielsa, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, invitaba a los ministros de la Corte a trasladarse a la frontera del NOA, para observar en terreno cómo operaba la Gendarmería Nacional, desbaratando las operaciones de los traficantes de droga provenientes de la hermana república bolivariana de Bolivia. Tras la negativa de los ministros de la Corte de prestarse a un show mediático, Berni agregaba que los jueces del más alto tribunal no viajaban por "miedo a las arañas" (sic). Para ese entonces, no se había estrenado en la televisión local la miniserie colombiana "El patrón del mal", sobre la vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria, capo del Cartel de Medellín, un personaje por demás interesante, pretenso candidato a la presidencia de Colombia, el cual se quita la vida al verse cercado por fuerzas especiales coordinadas por la DEAhace unos veinte años. Vaya a saber por qué, a Berni la miniserie lo atrapa, cita entonces al narco colombiano, al proponer menos de seis meses más tarde de alardear con los éxitos de las fuerzas que operan en el colador fronterizo, según la Presidente, un colador "folclórico", la legalización de la droga, ya que como muy bien señala Escobar, es imposible para la policía neutralizar al narco, en un juego del gato y el ratón, interminable. Berni no ha visto el final de la miniserie. Claro. Escobar muere, se pega un balazo en el oído.
El Tte. Cnel. Sergio Berni, propone entonces, al igual que en el Uruguay, la legalización del consumo, y, avanza un paso más, legalizar la producción de marihuana (en Uruguay el productor es el Estado), hecho concomitante con la liberalización del consumo de toda droga -léase bien, producción de toda droga- ( a ver si nos entendemos, muchachos y muchachas, esto es Argentina, uno de los países más corruptos del planeta, nacemos con el triple 6 grabado en la frente, a pesar de Santa Evita ). Un día antes, había desmentido al Ministro de Defensa, Agustín Rossi, el cual había asegurado que la Argentina se había convertido en un país de tráfico y producción, no sólo de consumo. Según Berni, habla como si supiera, en la Argentina no se puede instalar cocinas de producción de cocaína por problemas climáticos; se ve que el hombre ha estudiado el negocio. Sin ánimo de retrucarle, le vamos apuntando que existen cocinas de cocaína en todo el territorio nacional, se podría decir, en todas las provincias del territorio nacional, en algunas, francamente, pululan. Berni agrega que son cocinas para "estirar" la droga, nunca para producirla, insisto, como si las conociera, justo él, quien declara la derrota del poder público para reprimir al narco.
La siguiente pregunta que uno se hace es si con esta cruzada "libertadora", Sergio Berni está lanzando su candidatura a presidente, abriendo un fuerte juego en la interna del oficialismo. Y sí, es tal cual. Berni sabe que con La Cámpora respaldándolo, no hay mejor bandera que ésta para los "pibes de la liberación", -Droga para todos y todas-, en el 2015 puede ser el segundo presidente peronista militar de la historia, nada menos, dejando fuera de circulación las ambiciones del Tte. General César Milani, caramba, su superior en la fuerza; dicho sea de paso, con estas declaraciones, Berni le escupe el asado a Milani, quien pretendía proveer al Ejército por medio de una compra directa de cien camionetas Hummer, con la finalidad de sumar a la Fuerzaen la lucha contra el narco (es verdad, parece chiste). Sí, por favor, no olvidemos. Berni es un militar, un soldado, Tte. Cnel., activo, nunca ha pedido su pase a retiro.
Es más, puede ser Coronel, como cuando Perón llega al poder, en uno o dos años. ¿Qué mejor? ¿Puede tener un candidato mejor el "Modelo"?. No tiene él más derecho que nadie, hombre que consagra su vida al servicio de los Kirchner, nunca se ha casado por tal motivo, está a su servicio exclusivo desde hace más de veinte años; llegó incluso a estar de novio con Alicia Kirchner, por orden expresa de Néstor, sigo, a ambicionar ese lugar de honor y seguir preservando el Modelo de los ataques internos y externos. Él, el Soldado. Nadie, como él, ha dado a lo largo de veinte años de militancia junto a los Kirchner de mayores muestras de lealtad, servicio, trabajo, exposición, entrega. Con él, el Modelo podría ofrecer un prototipo de Seguridad, Trabajo, Lealtad, Salud (es médico militar), Coraje. Se expresa con soltura ante los medios y no deja de tener una presencia viril que tiene su público; como dicen en la jerga, da bien ante cámaras. Inspira seriedad, mucha más que la que han dado Abal Medina y Capitanich, sin ir más lejos; incluso un sector de la derecha, se sentiría alagado, al volver a tener a un militar en el poder.
Horas más tarde, los dichos de Berni, negando que Argentina sea un país productor de narcóticos, eran ratificados por el jefe de gabinete de ministros, Jorge Milton Capitanich Popovich, gobernador del Chaco, denunciado en el libro del periodista mexicano Jorge Reveles, "El cartel incómodo", trabajo de investigación sobre el Cartel de Sinaloa y su líder, el Chapo Guzmán, como el representante en la Argentina de esa cartel narco mexicano. Capitanich aseveraba también de que la Argentina no era un país productor de estupefacientes, un dislate lanzado dos días antes por el Ministro de Defensa, dirigente del partido gobernante, oriundo de la provincia de Santa Fé, cuya ciudad emblemática, Rosario, en donde se yergue el monumento a la Bandera, literalmente ha sido tomada por el narco, tiene un promedio de hasta la fecha 44 homicidios, casi uno por día en el 2014. Un mes antes, más menos, Agustín Rossi había propuesto la intervención del Ejército para combatir el narcotráfico, habida cuenta de que las fuerzas de seguridad han sido sobrepasadas.
En diciembre del año pasado, promediando el décimo día del mes, el país vivía horas de zozobra, con saqueos y matanzas en varias provincias, ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, amotinadas en reclamos por mejoras salariales. Casi 100  argentinos murieron entonces, en saqueos estimulados a la luz del día, asesinados por sus propios hermanos, los ciudadanos del barrio armados hasta los dientes. El gobierno estaba logrando lo que hace rato se propone, sacar los peor de nosotros mismos. En ese entonces, la Ministra de  Seguridad -nunca sabremos su nombre-, le declaraba "la guerra total" al narco. Dos meses y monedas más tarde, su subalterno, el Tte. Cnel. Sergio Berni, la desautorizaba. Qué guerra total ni ocho cuartos; ese enfrentamiento es inviable: hay que llevar de manera urgente al Congreso un proyecto de ley para abrir el debate nacional, el gran debate nacional, sobre la legalización de consumo y la producción, sí, claro, vamos paso a paso, primero, la marihuana. Luego el resto. Ya tenemos experiencia con la aceleración de la efedrina, en la producción de metanfetaminas, con un precio en el mercado internacional que supera en diez veces el de la cocaína. Somos vanguardia también en eso.
Hace menos de un mes, la Presidente, luego de estar mes y medio sin aparecer en público, anunciaba el plan Progresar, para subsidiar a 1,8 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, se les iba a regalar algo así como 60 dólares mensuales para que terminaran sus estudios, tal el incentivo. Eso es lo que pueden recibir del narco en un día de trabajo ilegal. La Iglesia, la semana pasada, declaraba que esos jóvenes están en manos del los traficantes de la muerte. Berni va a solucionar el problema de una manera categórica. Los lúmpenes que ni estudian ni trabajan, a partir de la sanción de la ley de liberalización del consumo y la producción, la cual va a convertir a la Argentina en un país pionero a nivel mundial, se sumarán a las huestes de operadores de un pingüe negocio, que ni siquiera Escobar Gaviria hubiera soñado. Tal será la fuerza de choque del movimiento peronarco de Sergio Berni, de aquí a unos años. Y todo será legal. Es importante informar, que a los fines del plan Progresar, no se inscribió ni el 15% de esa masa de jóvenes que ni estudian ni trabajan, tal el fracaso de la propuesta gubernamental. Menos de 280 mil jóvenes se inscribieron. Tal la razón de la premura de Berni por activar el debate, el gran debate nacional e internacional, porqué no, sobre la legalización del consumo y la producción de drogas del granero del mundo. Y sí, los tiempos cambian.
Es bueno también recordar, todo pasa tan rápido, que el nombrado Padre Juan Carlos Molina, al frente del organismo estatal para la prevención de las adicciones y lucha contra el narco, a menos de un mes de ser nombrado, era desafectado de esa parte, la más ardua de su rol, justamente, la lucha contra el narco, para recaer tal menester en el siempre listo Sergio Berni, quién, oh casualidad, al mes exacto de asumir ese rol, declaraba, siempre citando a Escobar Gaviria, que esa lucha era infructuosa, una batalla ya perdida por parte del Estado. El proyecto de ley para legalizar el consumo, será enviado entonces al Congreso, para su tratamiento, dentro del paquete que anunciara CFK el 1° de marzo próximo, en unos días, al inaugurar las sesiones ordinarias del Parlamento.
La mueca en el rostro del Obispo de Roma, desde aquí la estamos fotografiando, sin ningún tipo de lente de aumento, será memorable, se sentirá usado y traicionado; ojo, no saben con quién se están metiendo, si hay algo que Bergoglio no hace, es perdonar, siempre, la última jugada la va a tener él, esos son los tiempos del jesuita. Pero claro, ahora, él deberá de hacer tripas corazón y estrechar en un abrazo al diputado nacional por el FpV Carlos Kunkel, quien viaja hacia Roma como parte de una comitiva interreligiosa de judíos e islámicos argentinos, más judíos, claro, son más, invitados por el Padre Jorge, como a él le gusta que lo llamen, para consolidar los lazos entre las comunidades fraternas. Kunkel, terrorista montonero nunca arrepentido de sus crímenes, quien dará su voto afirmativo para que el consumo y la producción de drogas sea legal en este nuevo granero del mundo, ávido de suscribir los mandatos del Nuevo Orden Mundial, entregándose a destajo a proveer al mundo de la mejor droga, industria sin chimeneas que se supone nos hará ricos. 
Mientras tanto, el dealler de los famosos, pareja de la vedette Mónica Farro, Juan Ignacio Suris, declaraba conocer, entre otros, tanto al Ministro de Planificación Julio De Vido, como al hijo del gobernador de Tucumán, Gabriel Alperovich. Ambos negaban con días de diferencia, ni conocer ni tener vínculo alguno con el empresario devenido en narco, el cual a su vez denunciaba ser víctima de una causa armada. El juez federal de Bahía Blanca, Santiago Martínez, le ha dictado la prisión preventiva a Suris, como cabecilla de una banda de narcotraficantes. El empresario, vinculado a su vez con el financista Dario Fariña, hombre ligado al mega empresario socio y testaferro de Néstor Kirchner, esto es Lázaro Báez, promete seguir dando nombres. Nada de esto sucedería de prosperar la legislación propuesta por Sergio Berni. El militar está convencido, cita a Escobar Gaviria para eso, una autoridad en la materia, que de legalizarse con consumo y la producción de drogas, no serán los narcos quienes sacarán ventaja con el negocio, invirtiendo miles de millones de dólares en la producción y comercialización de sus productos, libres de los gastos de seguridad y legales que le acarree la persecución de Estado en todo el mundo.
Conforme la doctrina divulgada por Milton Friedman, creador a su vez de la Escuela Monetarista de Chicago -él es el adalid de la liberalización del consumo, mal que le pese a la progresía-, George Soros, financista judeo húngaro expulsado de su país por narco lavador (socio del tesorero del Congreso Judío Mundial, el argentino Eduardo Elsztain), propiciada por el Nuevo Orden Mundial, NOM, serán o los grandes laboratorios, Bayer, Bago, Unilever, o el mismo Estado, quienes absorberán la producción y comercialización de sus productos, con ganancias que avivan la avaricia de más de uno. De más está decir, que liberados de la molestia de la persecución policial y el riesgo cierto de la cárcel, más allá de las corruptelas del caso, los narcos, sin esos riesgos, asumirán el control total del negocio de la producción y venta de estupefacientes. Sí, claro, con unos horripilantes sticker en sus productos, los cuales avisarán que producen psicosis e infarto cerebral, graves adicciones, delirium tremen, tentativa de suicidio. Pero, como también dice Escobar Gaviría, ese pensador colombiano que nos hemos echado, todo lo que se consume o practica en exceso produce daño, incluso la gimnasia.

Revolución y narcotráfico

Históricamente, es el Imperio quien se vale primero del control de la droga para el sometimiento colonial. Estoy hablando de Gran Bretaña, quien utiliza el monopolio sobre la distribución del opio para dominar tanto a la Indiacomo a China. En el virreinato de la India llega a existir el cargo de administrador del opio, dentro de la burocracia imperial. El padre de Eric Arthur Blair (George Orwell), escritor inglés nacido en Motihari, India, cumplía esas funciones. A partir de la droga, del control monopólico de Gran Bretaña sobre el opio y su comercialización, nacen grandes compañías navieras y bancos. Tal es el origen del HSBC, entre otros, o las veloces naves de transporte a vela norteamericanas conocidas como clipper. El correlato, con el triunfo del socialismo en China, es que Mao decide inundar a Occidente de droga, como herramienta de dominación política, cosa que por cierto logra, claro, asociado en tal menester nada menos que con la CIA. Sí, aviso, desde ya, toda esta demoníaca y demencial historia es muy pero muy rara. Nada es lo que aparenta ser. No está en mi, escritor de estas breves notas de divulgación, indagar en la condición humana y perorar sobre los motivos que hacen a un pobre cristo caer en la garra de las drogas. Nada es casualidad, nada es accidental. Ni las razones son tan superficiales. No es el fin de esta nota, insisto, especular sobre el tema.
En este parágrafo, me interesa analizar la cuestión cubana: esto es, el vínculo entre Pablo Escobar y los hermanos Fidel y Raúl Castro. No son pocos los documentos que se aportan. Copio una breve nota en un diario de México, El Universal, a propósito de la investigación que hace sobre el tema la periodista colombiana Astrid Lagarde, siendo el nexo entre las partes, en una primera instancia, Gabriel García Máquez, con motivo de una deuda moral que tenía con El Patrón, el cual le había salvado la vida al hermano del premio Nobel de literatura, entrampado en un negocio con el Cartel de Medellín -Colombia está llena de pequeños narcos, hacia allá vamos- y la entrevista, dura 46 minutos, que le hace al lugarteniente de Escobar, John Jairo Velásquez, alias Popeye, en prisión, la periodista cubano-portorriqueña María Elvira Salazar; luego el interviú se perfecciona con el testimonio de un hombre de la custodia personal de Fidel Castro durante más de quince años, el Tte. Cnel. Juan Reinaldo Sánchez, elemento que aporta pruebas demoledoras sobre el compromiso de los Castro con Pablo Escobar. Así, para ir entrando en tema. Primero pego el link del medio gráfico. Luego del extenso y más que interesante video subido a youtube.


Para deslindar responsabilidades, atento de que estaba en la mira de la DEA, Fidel Castro realiza una purga entre oficiales de sus fuerzas armadas, fusilando en 1989, al General Ochoa, un chivo expiatorio, el cual queda como único responsable del narcotráfico en Cuba. Cuatro años más tarde, cae Pablo Escobar, un socio por demás comprometedor, cercado por una fuerza especial apoyo y asesoramiento de la DEA.  Escobar siempre había dicho que antes que una cárcel en USA, elegía una tumba en Colombia, tal su narconalismo. Por esta fanfarronada, tiene miles de fans, incluso el hijo, ha tenido la astucia comercial de hacer imprimir su rostro en remeras, como una suerte de Guevara del narcotráfico. De más está decir que Escobar ni ahí estaba con el marxismo o con la izquierda. El partido político que lo lleva al senado de Colombia, es de derecha, Partido Nuevo Liberal. Y cómo son las vueltas de la vida, el hombre que lo termina arrinconando es el Presidente electo por esa fuerza, luego de que Escobar hace asesinar al candidato que lo había expulsado, Luis Carlos Galán, hablo de César Gaviría, hombre que como todos los políticos colombianos, tenía vínculos con el narco. Ninguno de ellos estaba ajeno. Ni Galán, ni Rodrigo Lara Bonilla, fundadores del Partido Nuevo Liberal, hombres que militan en esa fuerza nueva junto con Pablo Escobar Gaviría, hasta que lo expulsan y acusan de narco. Ambos, recibían a su vez favores y donaciones de narcos de menor monta. Indudablemente. Hay un punto en el cual izquierdas y derechas se abuenan cuando se trata de hacer negocios con el narco. Para eso, nada mejor que el peronismo, casi una síntesis perfecta de fascismo, populismo y socialismo. O sea, la nada misma. Pura excusa para perpetuarse en el poder y robarse hasta las gomas de borrar de las oficinas gubernamentales. 
Como bien se explaya Popeye, en su relato sobre el vínculo entre Escobar y los Castro, a ellos, el Cartel de Medellín, les interesaba el contacto con Cuba, porque desde sus playas, las lanchas del narco, con el combustible provisto por Raúl Castro, llegaban en un tiro a Cayo Hueso, Miami, en donde el kilo de cocaína, década de los 80, se cotizaba a 1700 dólares, contra 1100 que se vendía en Los Angeles. Por cada kilo transportado, los Castro se quedaban con 250 dólares. Popeye relata que todavía aún hay enterrados en las playas cubanas, unos 20 mil kilos de droga del Patrón, una verdadera lástima, con fecha de vencimiento. El producido, claro, era para financiar a la Revolución, o sea, el bolsillo de los hermanos Castro.
Los Castro, que habían combatido desde Sierra Maestra a un dictador narco, como lo era Fulgencio Batista, terminaban de igual manera. Habían mentido siempre. Primero asesinando a Camilo Cienfuegos, combatiente cristiano, como lo eran la mayoría de esa guerrilla; el líder político indiscutido de la revolución, creador del Movimiento 26 de Julio, Frank País, quien operaba en La Habanay dirigía políticamente el movimiento, la guerrilla comandada por los Castro era sólo una expresión militar -Fidel hereda el mando luego de que Frank País es ejecutado por Batista - era un devoto cristiano. Primero asesinando a Camilo, para imponer el comunismo, algo de lo cual nunca se había hablado, no peleaban por eso, peleaban por derrocar a Batista y llamar a elecciones. Luego, traicionando y mandando a una muerte segura a Guevara. Tercero, pactando con cuanta dictadura fuera necesario, como lo hacen con Videla y Massera, conforme los dictados del Kremlin, a cual se reportaban. Por último, exportando la guerra revolucionaria, un fracaso absoluto que lleva a la muerte a miles de jóvenes en todo el continente, es infiltrada de mala manera por los servicios de inteligencia de todas las potencias occidentales, promueve dictaduras sangrientas, con la única finalidad de poner el conflicto en las afueras de Cuba, dándoles tiempo para seguir ejercitando un falso liderazgo, cooptando voluntades, dándose una vida de magnates, amos y señores de la vida y los bienes de millones de cubanos.
Lo que han hecho los últimos años en Venezuela, con el aval del finado Hugo Chávez Frías, será su tumba y causa de escarnio. Su único fin, proveer a la isla de petróleo, sobrevivir malamente, petróleo que hasta ahora Venezuela les regala, el precio por tal servicio, invadir soterradamente a un país soberano como lo es Venezuela, primero, con sus servicios de Inteligencia, luego, con batallones enteros, hay más de cinco mil efectivos cubanos operando en lugares estratégicos. Hoy día se lucha en las calles de Caracas con francotiradores cubanos que asesinan al pueblo venezolano inerme. En las mazmorras chavistas, espera su momento el Gral. Isaías Baduel, comando de paracaidistas que en el 2002 liberara a Chávez de las fuerzas golpistas. Baduel fue ministro de Defensa de Chávez hasta el 2007, año en que renuncia en disconformidad por el juramento que Chávez impone a las FFAA, “Socialismo o muerte”, en una memorable carta, Baduel lo critica en público con argumentos de peso, lo acusa de ensayar una “revolución con píes de barro”, Chávez, demostrando en eso su perfil más semejante a Juan Perón, olvida que gracias a él esta vivo y libre, le monta una causa que es una farsa y lo condena por “peculado”, insinuando que había recibido dinero para criticarlo.  Entiendo que la hora de los Castro está próxima. La caída del mamarracho del Socialismo del Siglo XXI será su tumba. No es una mala metáfora, una mala jugada, es un símbolo de harto peso, que el líder de la rebelión en Venezuela, Leopoldo López, haya dado su último discurso, antes de entregarse a la justicia chavista, junto al monumento del escritor y héroe de la independencia cubana, José Martí. Para nada, eligió muy bien en dónde dejar su última foto en libertad.
Casi en paralelo con el fin del negocio del narco entre Escobar y los Castro, de la mano de Carlos Saúl Menem y Eduardo Duhalde, tanto la droga de forma descarada, como miles de millones del narco, se iban instalando en Buenos Aires, en su capital y en la provincia, con un crecimiento hotelero incomparable en la ciudad, con la proliferación de barrios privados, countries, más notable del fin del milenio en la provincia, en medio de un formidable clima de negocios, en la Bolsa de Buenos Aires, se movían acciones por 500 millones de dólares diarios, ante la mirada impávida de una sociedad con una gran habilidad para mirar para otro lado, y el regocijo de una burguesía que transó cuantas veces fue necesario para acomodar su standard de vida a la novedosa corrupción que llegaba de la mano de la política, del peronismo neoliberal, entonces. 

En esta cuestión de negociar con el narco, izquierdas y derechas se arremangan y se dan la mano. No tienen en el fondo demasiadas diferencias ideológicas. Pero, claro, el peronismo, ese virus argentino con una insospechada capacidad de mutación, debería aún asombrarnos más, si se puede pensar en tal cosa, mudando su fachada farandulera, de pizza y champagne, hacia un rostro amerindio, bolivariano, guevarista,  en donde las Alturas de Machu Pichu se confunden con la corrupción más descarada, en un fangal que es un abismo, hacia el cual todos vamos reptando, con más menos ganas, resistencias, asco, con algún tema loco de Calle 13 de fondo, los más viejos un Silvio Rodríguez o un Chico Buarque, mientras jalamos y hacemos fumatas, “sí allá en el horno, se vamo a encontrar…”  Porque los Kirchner, con ese estatismo al uso suyo que les es tan distintivo, así como maquinaban con quedarse en unos años con la mayor empresa petrolera estatal de América, esto es, YPF, a la cual primero privatizaron, luego fueron comprando acciones en mesas de retazos, para al final, pergeñar un dibujo para quedarse con ella, así también especularon con el tema del narco, deliraron con que le iban a disputar el territorio a colombianos y mexicanos, incluso formatearon a un militar sanitarista, especialista ad hoc en seguridad, para ponerlo al frente del negocio. Tal su talante.

La lección de Hanoi

El 25 de diciembre de 1978, 150 mil soldados voluntarios vietnamitas invaden el régimen de terror de Camboya, liderado por Pol Pot, responsable de la masacre de casi un millón de camboyanos en menos de cinco años de poder, responsable a su vez de la mayor producción de heroína de Extremo Oriente, provisión distribuída por la CIAen el mercado americano y europeo para el financiamiento de sus operaciones especiales. Llegan a la capital, Phmon Penh en una semana, el 8 de enero de 1979, proclaman  la República Popular de Kampuchea. La ONU, manipulada por USA, sigue reconociendo a los Jemeres Rojos de Pol Pot como el régimen legítimo de Camboya. Como represalia, China, aliada de Pol Pot, invade Vietnam en los primeros días de enero, para retirarse en marzo, luego de haber sufrido 50 mil bajas. Vietnam se retira de Camboya diez años más tarde, luego de intensas reformas políticas, las cuales incluyen una economía mixta, un régimen constitucional con libertades civiles y la restauración de la tradicional monarquía. Las tropas de Vietnam mantienen durante diez años combates irregulares con elementos de Laos y Tailandia, países que junto con Camboya forman el triángulo dorado del opio y la heroína, son los principales países productores, siempre bajo la férula de la CIA, como lo estuvieron antes de la inteligencia francesa, la cual utiliza la droga para su propio financiamiento. Aclaro, dicho sea de paso, que este año la producción mundial de heroína es récord. Es más que probable que la nueva ola que nos inunde, de la mano de Berni y Zaffaroni, sea esta, aún reservada a un acotado y selecto número de consumidores, droga letal, porque a diferencia de la adicción de la cocaína, en donde la dependencia es antes que física, psicológica, en el caso de la heroína, la cadena física es brutal.
Todos los que se toman el paciente trabajo de leer estas páginas, panfletos más menos inspirados de este modesto blog de barricada, saben de mi admiración por el General Giap, héroe indiscutido de Vietnam, junto con el líder político Ho Chi Minh, no existe el uno sin el otro, el cual es vencedor a lo largo del siglo XX de Francia, USA, Camboya y China. Nada menos. No existe talento militar más notable durante el siglo pasado que ese sólido guerrero, quien ha muerto nada menos que el año pasado, a la edad de 104 años, absolutamente lúcido, aún en combate; militaba a esa edad en contra de la megaminería contaminante. Napoleón en el siglo XVIII, San Martín en el siglo XIX y Giap en el siglo XX, son los genios militares que se estudian hoy días en todas las academias militares del mundo.
Cuál viene a ser la lección de Hanoi, entonces, más allá del talento político y militar de sus líderes, que puede llamarnos la atención, provocarnos admiración, pero no nos compete, no somos  militares. Es simple. El narco contamina. Mucho contamina. Así como nos contamina, aunque no consumamos drogas, es más, aunque nos provoquen un profundo rechazo las drogas, los adictos y consumidores habituales que tengamos cerca, sea en el hogar, el trabajo, las amistades, en el barrio. Todos lo sabemos. A su manera, así como se envenenan, nos van envenenando. Y esto sucede, aunque no nos demos cuenta, o aunque nos paremos de cabeza para negarlo, para evadir ese contagio, tan pernicioso como involuntario. El adicto es un enfermo que con su proximidad nos enferma; viajamos horas por día en el transporte público, sea en tren, en bus o en el metro. Respiramos al lado de adictos, volvemos a nuestra casa con la piel y los pulmones infectados, nos bañamos, nos perfumamos, miramos los nuevos mensajes de las redes sociales, nos deleitamos con una buena cena, hacemos el amor si tenemos esa suerte, tomamos un buen vino, nos dormimos contaminados. Ese es el drama social de la droga. A todos nos va dopando, anestesiando, bloqueando emocionalmente, llenándonos de ira, de rabia, de incomunicación, de frustración, de una locuacidad tan vacua como monótona, de mentira, palabras vacías en sincro con rictus de fonomímica, sombras chinescas de una sociedad de zombies. Nos va vaciando el alma sin que nos demos demasiada cuenta. De alguna forma, buscamos como alienarnos entonces nosotros. Porque el drama político es que el bombardeo mediático, de gobiernos diseñados para ofuscarnos e impotentizarnos, es cotidiano.
Y es entonces,  cuando los agentes del Estado, los funcionarios, los policastros, siempre improvisados, siempre operando en la coyuntura, sin planes ni técnicos competentes para llevarlos a cabo, tan sólo asociados en bandas, en rejuntes de burócratas, punteros y cagatintas, filósofos de bares con demasiado olor a humedad, revolucionarios de café concert, izquierda tilinga de empleados públicos, anuncian que la mejor solución a este drama es su "liberación", esto es, el Plan Drogas para Todos y Todas, previo, claro, a un gran y esclarecedor debate presidido, por quién sino, por el gran maestre Víctor Hugo Morales, alias el relator uruguayo, nadie con más autoridad moral que él , justamente, si es su presidente, con el aval de George Soros y de Monsanto, quien ha dado el primer paso en América, para que seamos nosotros el ejemplo a seguir por medio mundo. Entonces, los ciudadanos libres, los hombres y mujeres de los barrios que estamos hartos de tanta corrupción, de tanto mamarracho, de tanta payasada, de tanta violencia y crimen, quienes debemos de empezar a hacer redoblar los tambores de guerra y a pintarnos las caras con añil azul y blanco, como los pueblos bárbaros, porque vamos a presentar batalla.
Eso sí, el día en que los ciudadanos del barrio, unidos y organizados, ante la carencia, las faltas de respuesta del poder político, del color que sea, decidan armarse para defender sus familias ante la amenaza de un Narco Estado, en procura de la paz social que anhelan, sepan que no paran hasta instaurar una democracia participativa; no tiene lógica, es un sinsentido, hacer el trabajo sucio, siempre, para que termine en el poder un vendedor de ilusiones. Un nuevo farsante. Sino, mejor quedarse en casa haciendo zapping.  Sepa el pueblo entonces elegir su destino.  Lo contrario, como ha sucedido en Michoacan, los hará un blanco fácil, muy simple blanco para todo tipo de ataque mediático. O los asociarán a bandas de  narcos o a paramilitares, siempre, al servicio de un narco rival. Sin un programa político, serán sólo bandas armadas, propensas, incluso, a todo tipo de excesos, de violaciones y barbarie. Gente ofuscada y armada, un cóctel explosivo, pero con la peligrosidad de una cañita voladora para el poder político, no mucho más que eso. Sediciosos, en el peor de los casos, nunca revolucionarios. Fracasarán en los medios y en los fines. Nuevos idiotas útiles, como si hicieran falta más experiencias de esa índole. 

Colofón

Voy a evitar hacer cualquier tipo de comentario sesudo sobre la crisis venezolana. Todo suena superfluo, obvio. Remanido. Como he dicho en algún comentario al paso, no sabemos a ciencia cierta quién es Leopoldo López ni qué intereses representa. En una escucha que la inteligencia rusa difunde entre el embajador de los EEUU en Ucrania y la directora del departamento de Estado para la región, se sorprende uno al saber cómo y hasta qué punto los EEUU y la OTAN están en condiciones de inventar líderes y manipular conflictos, conforme sus intereses regionales. Si uno se toma el trabajo de entrar en la web del partido Voluntad Popular, de Leopoldo López, verá que todo más menos es correcto, saludable, inodoro, incoloro e insulso. El color del partido es el mismo que elige el gobernador de la provincia de Buenos Aires para promocionarse, el naranja, digamos, un poco más a la izquierda que el amarillo de Macri. López se define como "progresista".
Tiene algunos aciertos dialécticos, como el considerar a sus seguidores como "medios de comunicación", ante la vacuidad y complacencia de los medios en general, un fenómeno que no es exclusivo de la Argentina. Cadaquien es un medio de comunicación, también, se les exige compromiso y liderazgo. Cosa que no me parece nada mal. También, el ganar la calle, e, incluso, proponer la destitución, de forma pacífica, sin abandonar la calle, de una dictadura fraudulenta, castrista, domeñada e infiltrada por Cuba, como es el régimen de Maduro. Hasta ahí, todo bien. El punto es que no dice una palabra sobre la cuestión central del petróleo. Luego, no sabemos a qué intereses responde López. Claro, el chavismo no se soporta ya más, han fracasado en todos los planos. Han dilapidado un billón de dólares en la nada misma. No tienen papel ni para imprimir periódicos, ni para la higiene personal. El desabastecimiento, consecuencia de una política económica de monos con navaja, Maduro devalúa en un 50% la moneda semanas antes de las elecciones, los pone al borde del abismo.
Entonces, la verdad, no tengo opinión. Claro que el chavismo me parece una fatal burrada. He escrito demasiado sobre el punto. Pero no creo que Capriles sea lo que Venezuela necesita, su proverbial prudencia, timidez, en las últimas jornadas se hace elocuente cobardía; un Chávez agonizante le roba su última elección, en donde Capriles había ganado por varios puntos, esa noche, por miedo a los tanques en las calles, Capriles entrega la voluntad popular; ese no es el líder que necesita Venezuela. Eso sí, por su coraje cívico y por la persecución que ha sido parte desde hace años por parte de la dictadura chavista, lejos, López es el líder que puede dar vuelta esta negra página de la historia de Venezuela. El peor error del chavismo, privarlo de sus derechos políticos, impedirle ser candidato a alcalde de Caracas, siendo como ha sido elegido, el tercer mejor alcalde del mundo, luego de ser electo en el Chacao por el 81% de los votos. Burdos errores de la inteligencia cubana, buena para la nada misma. De todas formas, no estoy en condiciones de opinar, además, no me corresponde, eso de andar entrometiéndose en la casa de los otros, cuando uno no puede ni siquiera poner un poco de orden en la propia, es una pésima costumbre.
Me indigna, me horroriza, la violencia, la muerte, la barbarie. Pero del color político que sea. Sé, también, que un tirano banderas como lo es Nicolás Maduro, como lo es Diosdado Cabello, más allá de que comparta alguna que otra idea política con ellos, puntual condena al sionismo sinárquico; no así la cuestión central, la naturaleza jurídica de la soberanía energética: PDVSA, como su nombre lo indica, nunca fue una Sociedad del Estado, siempre una Sociedad Anónima, al igual que lo es ahora YPF, eso no tiene nada que ver con el ideario del General Enrique Mosconi, en el cual abrevamos, esto es el monopolio estatal del petróleo en todas sus etapas. Es, desde ya, la mejor excusa para la corruptela y el autoritarismo; por ese canal, ilegal, desvían todos los años millones de barriles de petróleo a Cuba, burda simbiosis fuera de época, vintage, con Moscú, para abastecer a una revolución fracasada. Convengamos que la crisis económica venezolana se acelera, cuando USA deja de comprarle crudo, hace unos dos años, a partir de la explotación de los yacimientos de Nebraska, los cuales llevan a los norteamericanos a estar cerca de autoabastecer su demanda por primera vez en un siglo, hasta ahí, el 90% del crudo de PDVSA se lo llevaba el "Imperio".  Se caen por su propio peso, por la suma de sus errores no forzados, en eso, no están en condiciones de echarle la culpa al Imperio ni a nadie. Sólo a ellos mismos, a su incapacidad para hacer que la industria del petróleo fuera la herramienta revolucionaria de transformación, de generación de nuevas industrias –esa es la crítica más seria que les hace el Gral. Baduel desde la cárcel-, no un derroche de un billón de dólares en un clientelismo inviable, populismo decadente, cómodo, elemental, paternalismo del siglo pasado. 

Esto es así, lo sabemos hace décadas. Si vas a alardear con una revolución, si vas a andar azuzando al planeta con tus ditirambos y chapuzas, más te vale gobernar mejor que nadie y tener a tu pueblo feliz, con una sonrisa de oreja a oreja y con las camisas y polleras ni los niños y las niñas de punta en blanco. De todo tu pueblo, del más pobre al más rico. Si tu diversión, distracción, divertimento, ostentación de incapacidad, la quieres apañar despotricando día y noche, denunciando conspiraciones y amenazando a los enemigos de la revolución porque se ha nublado o porque cayo granizo, entonces, eres un mamarracho: mereces lo peor, que tu propia gente te termine arrojando por una ventana, defenestrado.

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